La Guardia Civil carece de pistas sobre el paradero de la niña de Salou que desapareció el pasado sábado

Nadie sabe nada sobre el paradero de la niña de nueve años Tamara Navas, que desapareció el sábado por la tarde de su casa, en Salou (Tarragonès), tras anunciar a sus padres que iba a patinar a la plaza que hay frente al domicilio familiar. La Guardia Civil no tiene ninguna pista, después de haber analizado centenares de llamadas recibidas a raíz del anuncio de la desaparición de la menor y tras comprobar que Tamara Navas no llegó nunca a la plaza.

Los agentes policiales, tras buscar por la vecindad de la familia Navas, solicitaron perros rastreadores que durante toda la jornada exploraron pozos, playas y descampados de los alrededores de Salou.

A los efectivos de la Guardia Civil y de las policías locales de Salou, Vila-seca y Cambrils se unieron ayer numerosos voluntarios. Ayer por la tarde, el Ayuntamiento de Salou, a cuyo frente figura Esteve Ferran, convocó a los vecinos a participar en la búsqueda. Trescientas personas rastrearon las afueras de la población, zonas rurales con masías, pozos y ribazos en los que la niña se podría encontrar, y las urbanizaciones próximas.

Alrededor de las ocho de la tarde, los grupos de búsqueda se volvieron a encontrar en el Ayuntamiento sin haber hallado rastro de la niña; mientras, los pensamientos más pesimistas se adueñaban de las autoridades locales y de los agentes policiales.

Tamara Navas es una niña extravertida, que sabe llamar por teléfono y está acostumbrada a jugar sola en la calle y a entablar conversación con desconocidos, lo que hace temer a las autoridades que llevan la investigación que la menor accediera a acompañar a algún adulto. De hecho, desde la desaparición de la niña, la familia siempre ha sostenido que alguien está reteniendo a la menor, puesto que en las horas anteriores no habían tenido ninguna pelea ni discrepancia que pudiera hacer pensar en una fuga del domicilio. El fiscal jefe de la Audiencia de Tarragona, José María Parra, hizo hincapié en lo preocupante del caso por el tiempo transcurrido, lo que hace descartar que la huida haya sido voluntaria como cuando la menor se escapó al vecino Port Aventura el día en que el Rey visitó el parque temático.