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'NOCHE Y DÍA'
Columna
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Interminable

Para el estreno de Noche y día (domingos noche, Antena 3, hasta las tantas), Isabel Gemio recurrió, como los artistas consagrados, a sus grandes éxitos. Incluso el público parecía el mismo. Noche y día es un refrito de Lo que necesitas es amor en lo conceptual y de Sorpresa, sorpresa en lo formal, con toques del Sabor a ti de la Quintana (A-3) o de La columna de la Otero (en la televisión catalana TV-3).

Durante horas, Gemio utiliza sus tablas para fomentar un intimismo que abusa del culto a la personalidad. Los invitados promocionan sus discos, vueltas al ruedo o SOS a cambio de someterse a una entrevista que confirma la crisis de este género. En su primera entrega, Noche y día contó con el matrimonio perfecto de la España eterna: la folclórica Rocío y el torero Ortega. A la Jurado, que venía a presentar su disco además de a respaldar a su amiga, Isabel tardó 26 minutos en hacerla llorar con un férreo acoso emocional con el que logró vencer sus temperamentales defensas. La entrevista intentó alejarse del chismorreo al uso, pero cayó en los mismos defectos. Se puede hacer información del corazón entregándose con descaro a los brazos del cotilleo más abyecto o, como Gemio, adoptando una postura más digna del que, por haberlo sufrido, sabe de qué va. El resultado, sin embargo, es el mismo: se acaba hablando de Antonio David.

Además de este plato fuerte, Gemio cocinó guarniciones ricas en truculencia y sensiblería light y en espíritu de club de fans. Un pariente de Urtáin con un hijo condenado a muerte propició la emisión de una snuff-movie, supervivientes de un naufragio, padres de cuatrillizos jodidos pero contentos, saludos de Alejandro Sanz o Plácido Domingo y la presencia, más torera que la de Ortega, de un Carlos Herrera que aportó el minuto de oro de un Miguel de Molina en pleno ataque de morriña.

Lo más esperanzador de Noche y día fueron las secciones de Francine Gálvez y Alexis Valdés, que apuntan hacia un formato menos histriónico y a un tono que Gemio quizá debería explorar para convencerse de que, con lo mucho que sabe y lo joven que es, su experiencia podría servirle para algo más que para limitarse a ser una rentable y digna parodia de sí misma.

[Noche y día alcanzó la noche del estreno 3.464.000 telespectadores, con un 26,2% de cuota de pantalla].

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