_
_
_
_
Crónica:ÉTNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Diáspora armenia

Fueron apenas tres o cuatro minutos introductorios de laúd árabe, tres o cuatro minutos de impactante laúd clásico. Luego las escobillas de la batería insinuando territorios limítrofes del jazz o próximos a una música folk de factura muy refinada. Las cartas de la partida quedaban muy pronto al descubierto: Haig Yazdjian bucea en el Mare nostrum y añade a las tímbricas más características del Mediterráneo oriental, elementos de todas las músicas occidentales -rock incluido- que ha escuchado.

A veces, los arreglos de su sexteto recuerdan en demasía la fusión de los años setenta y lo peor es cuando el teclado insiste cabezudamente en llevar la cosa a estéticas sonoras un tanto trasnochadas. Parte de la orquesta árabe tradicional de música culta, que incluye el laúd ud, la cítara kanun o la flauta ney, está curiosamente representada en la banda de Yazdjian.

Haig Yazdjian

Haig Yazdjian (ud, saz, voz), Nikos Sidirokastritis (batería), Fotis Mylonas (teclados), Gorgo Sulkuki (violín), Panos Dimitrakopoulos (kanun) y Haris Lambrakis (ney, flautas). Sala Caracol. Madrid, 4 de marzo.

La técnica del ud, un instrumento de cuerdas que el islam se encargó de propagar y que Haig Yazdjian toca con criterio y sentimiento, se enseña en Bagdad, Beirut, El Cairo o Damasco. Precisamente en tierras de Siria nació este músico de origen y apellido armenio, hijo del exilio de los que huyeron del genocidio turco de principios de siglo.

Yazdjian se hace acompañar de músicos de Grecia, país en el que reside desde hace ya muchos años, así que no resulta extraño que lo helénico esté fuertemente implantado en el repertorio que ofrece y que se encuentra repartido en sus tres discos importados en España (Talar, Garin y Beast on the moon) y un próximo título que anunció para el mes de mayo.

La voz es uno de los atractivos de Haig Yazdjian, aunque no se prodigue demasiado en ese lance. Al menos no lo hizo en su presentación del domingo por la noche en Madrid, prefiriendo centrarse en sus habilidades instrumentales. La deja oír en dosis casi homeopáticas en momentos de indudable belleza.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_