El PSOE acepta las tesis de Pla sin incluir textualmente los minitrasvases propuestos

Los barones del PSOE, entre ellos destacó José Bono, presidente de Castilla-La Mancha, forzaron ayer que el PHN alternativo no prevea textualmente ningún tipo de trasvase. Salió por tanto victorioso el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, que consiguió borrar el temido envío de agua del Ebro en el que el PP basa su PHN, y ganó también Bono, que se negaba a poner blanco sobre negro que con el agua del Tajo se dará de beber a la España seca.

De esta forma, el PSPV vio mermadas en cierta forma sus aspiraciones. El partido que dirige Pla propuso sustituir el macrotrasvase del Ebro (1.050 hectómetros cúbicos anuales a lo largo de las autonomías del Mediterráneo) por un minienvío de sólo 50 hectómetros al norte de Castellón a través del canal Xerta-Càlig (casi terminado pero nunca utilizado) además de la ampliación de las dotaciones del trasvase Tajo-Segura con el agua que ahorraría (225 hectómetros cúbicos anuales) el cierre de la central nuclear de Zorita de los Canes, en Guadalajara, que se puso en marcha en 1968 y a la que apenas le quedan unos años de vida.

No obstante, el documento del PSOE se embebió de la mayoría de las propuestas de los socialistas valencianos, que de hecho, con su rechazo al macrotrasvase del Ebro a pesar de que la Comunidad Valenciana es una de las principales beneficiadas (350 hectómetros), allanaron el camino al partido de Rodríguez Zapatero. 'Todo ha ido muy bien', se felicitaba anoche Pla al término de la Comisión Territorial, 'hemos aprobado un texto más moderno, mejor que el del PP, que aporta más agua, un texto de futuro'. Frente al documento popular, 'que no respeta la España de las autonomías' y 'que enfrenta a las regiones', Pla asegura que el documento del PSOE apuesta por la nueva cultura del agua que propugna la Unión Europea. Se basa sobre todo en la mejora de la gestión, con el ahorro del agua mediante la modernización de los regadíos, con una mayor reutilización de las aguas residuales depuradas y con un aprovechamiento racional de los recursos de los acuíferos. Pero también apuesta claramente por la desalación del agua del mar frente a la importación de agua de las cuencas vecinas.

Sin embargo Pla destacó que el plan socialista impulsa una herramienta novedosa, la creación de los bancos públicos del agua, unos organismos creados en el seno de las confederaciones (organizaciones que según el PSOE han de ser modernizadas para adaptarse a la nueva cultura del agua) que podrían comprar el agua que no van a utilizar las personas o entes que disfrutan de la concesión y vendérsela a las administraciones públicas (autonomías, otras confederaciones...) que la necesiten. Pla aseguró que el Segura, con una dotación de 150 hectómetros podría ser la gran beneficiada. 'El plan del PP no resuelve realmente las situaciones de urgente necesidad', aseguró Pla, 'pero éste sí'. El secretario general del PSPV afirmó que este sistema ya existe en EEUU y en otros países con déficits puntuales, pero no lo vinculó a un mercado del agua libre y ligado sólo a la ley de la oferta y la demanda.

En cuanto a la no inclusión textual de los minitrasvases propuestos por el PSPV, Pla aseguró que el PHN socialista abre una vía a los envíos en dos apartados. Por un lado, ordena estudiar urgentemente las necesidades reales y los recursos existentes de todas las cuencas, ya que considera, como revelaron los técnicos del Consejo Nacional del Agua, que el PP no ha hecho bien las cuentas. En segundo lugar, puntualiza que se podrán optimizar las infraestructuras existentes. A su juicio, se abre la puerta al uso del Xerta-Càlig y a la ampliación del Tajo-Segura.