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Reportaje:Liga ACB | BALONCESTO

La peor crisis del Joventut

El equipo badalonés cae al 15º puesto de la clasificación, tiene que recibir al Pamesa antes de visitar al Barça, y pasa por una delicada situación económica

Robert Álvarez

Nunca había caído tan bajo. El Joventut, un histórico del baloncesto español, el único que ha sido capaz de romper el dominio sempiterno del Barça y el Real Madrid, con cuatro títulos de Liga, siete de Copa, una Euroliga y dos Copas Korac en sus vitrinas, se ve azotado por la peor crisis deportiva de su historia. Ni los más viejos del lugar -Badalona- recuerdan cuándo el Joventut figuró en la 15ª posición de la tabla, con sólo 7 victorias en 23 partidos, y a un paso -dos derrotas- de la zona de descenso. La situación deportiva es de lo más preocupante, y para colmo de males se junta con las dificultades económicas derivadas de una década en la que los errores en cuanto a planificación y fichajes han sido constantes. Después de la época de vacas gordas, durante la cual los presupuestos anuales llegaron a rebasar los 1.000 millones de pesetas y en la que se consiguieron dos títulos de Liga (1991 y 1992) y una Euroliga (1994), la caída ha sido imparable. Los 11.500 socios que llegó a tener la entidad se han visto reducidos a menos de 5.500 ahora. El presupuesto para la presente temporada es de 761 millones de pesetas, el mismo que en la anterior. Y el club, que se había distinguido por contar con algunos de los más poderosos patrocinadores del baloncesto, sigue buscando a la empresa que tome el relevo y que aporte los 140 millones de pesetas presupuestados por este concepto. El déficit acumulado, a pesar de los 300 millones ingresados por el pase de Raúl López al Real Madrid, es de 190 millones. Jordi Villacampa, presidente del club, está haciendo verdaderos equilibrios. La solución económica en la que está trabajando de forma intensa el que fue santo y seña del equipo verdinegro se basa en un proyecto de lo más ambicioso. Lleva por nombre Badalona, capital europea del baloncesto, y prevé la construcción de un parque temático dedicado a este deporte con una inversión calculada que ronda los 8.000 millones de pesetas.

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Pero la capacidad de maniobra de Villacampa en el aspecto deportivo ha quedado mucho más limitada, entre otras cosas porque ya apostó por el cambio de técnico con la entrada de Manel Comas por Josep Maria Izquierdo, y también por las limitaciones presupuestarias que hacen inviable retocar un proyecto inicial basado en la aportación de dos extranjeros que teóricamente debían haber marcado diferencias como Kidd y Rimac, dos comunitarios como Palmer y Dumas, y dos veteranos como Ferran y Rafael Jofresa.

Los intentos de Comas por que los jugadores y los aficionados tomen conciencia del mal cariz de la situación del equipo y del esfuerzo que requerirá salir de los bajos fondos de la tabla son ya desesperados después de la última derrota en la pista del modesto Cantabria Lobos. Las perspectivas son poco halagüeñas. El próximo domingo visita Badalona el Pamesa, y el Joventut irá a continuación a las pistas del Barcelona y el Caja San Fernando. El Joventut, título de Copa de 1997 al margen, se ha descolgado de los vagones de cabeza del baloncesto español. Baste decir que en los últimos seis años, sólo en dos ha logrado entrar en las eliminatorias por el título. Malos tiempos para La Penya.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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