El pesimismo en Japón hunde la Bolsa de Tokio a un mínimo de 15 años
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio retrocedió ayer a su nivel más bajo en 15 años. El mercado cerró en 12.681,66 puntos (1,57%), su nivel más bajo desde el 14 de noviembre de 1985. El desplome fue encabezado por los valores de las grandes corporaciones japonesas que exportan a EE UU un día después de que el presidente de la Reserva Federal (banco central), Alan Greenspan, declarase que la desaceleración de la economía 'aún no había terminado', sin dejar claro que habrá un tercer recorte de los tipos de interés el próximo 16 de marzo, a pesar de que sugirió que esa medida se tomará en algún momento.
Greenspan se mostró claramente preocupado por la marcha de la economía japonesa y esa preocupación se multiplicó en Japón, país que ya vive sumido en un profundo pesimismo. La economía japonesa decreció un 0,6% en el tercer trimestre del año y se prevé que el dato del cuarto trimestre sea también negativo. Si ello sucede, el país habrá entrado en recesión tras registrar dos trimestres consecutivos de decrecimiento. La situación añade presión sobre el Gobierno del primer ministro Yoshiro Mori, que ya se ha visto en el apuro de tener que esquivar una moción de censura del Parlamento japonés en noviembre pasado.
El principal factor de debilitamiento de Japón ha sido el deterioro de las economías con las que comercia, es decir, EE UU y el sureste asiático. La industria automovilística japonesa, y en general la llamada tradicional, comenzó a sufrir ya desde septiembre pasado la caída de la demanda estadounidense. La moderación de las exportaciones provocó que la balanza comercial japonesa fuese deficitaria en enero por primera vez en cuatro años.
Cae el último bastión
En los últimos meses, fue la industria electrónica y de nuevas tecnologías la que mantuvo el país a flote. Y fue justamente este sector el que hundió el Nikkei ayer. Matsushita, mejor conocido por sus marcas Panasonic y National, cayó un 6,8%; Sony, cuyas ventas en el exterior representan un tercio de sus beneficios, retrocedió un 2,7%; Kyocera, líder mundial en la fabricación de microprocesadores de cerámica, perdió un 3,7%. NEC, el tercer productor de microprocesadores del mundo, dejó en el parqué de Tokio un 4,2%, y Furukawa, el segundo fabricante japonés de fibra óptica, retrocedió ayer un 7,8% y ya acumula cuatro sesiones continuas de pérdidas.
La evolución de los valores de todas estas compañías tiene una estrecha correlación con los del Nasdaq, puesto que allí cotizan las compañías que compran estos productos japoneses. El Nasdaq ya ha retrocedido casi un 16% en lo que va de año.
Añadido al del desplome de la Bolsa de Tokio, o mejor dicho, a la agudización de éste, puesto que ya en 2000 el mercado cerró el año con una pérdida del 35%, los analistas están convencidos de que la rebaja de los tipos de interés que el Banco de Japón decidió el pasado miércoles no ayudará en nada a la recuperación de la economía japonesa.
Por otra parte, el consumo privado, un factor clave para que la economía se reactive, no sólo no se ha recuperado, sino que cayó un 2,7% anual (según el último dato oficial del que se dispone) en el tercer trimestre de 2000.
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