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Entrevista:ANTONIO JIMÉNEZ | PINTOR

'La síntesis de la pintura es el vacío'

Asegura que esperar 11 años para volver a exponer en su ciudad ha merecido la pena. La muestra antológica de su obra, organizada por la Universidad de Málaga y el CAAC, que hasta el 11 de marzo permanece abierta en el Palacio Episcopal de Málaga ha recibido ya 6.000 visitas y en enero de 2002 viajará a Sevilla. Miembro fundador del Colectivo Palmo, Antonio Jiménez (Málaga, 1945) es un pintor muy prolífico, amante de la materia y el color, cuya obra ha sido muy reconocida en los países nórdicos, Francia y Portugal.

Pregunta. Hace pocas semanas ha fallecido uno de los miembros del Colectivo Palmo, José Díaz-Oliva.

Respuesta. Ha sido una pena. Le tenía mucho cariño porque hace 27 años nos fuimos juntos a Madrid a vivir de la pintura.

P. ¿Qué significó para usted El Palmo?

R. Sobre todo, una reunión de amigos que amaban la cultura y la pintura, donde no importaba que cada uno tuviéramos estéticas distintas. Nos movían las ganas de hacer cosas y abrimos caminos.

P. La gente no recuerda que en 1978 Málaga era un desierto.

R. No había nada de nada. Y ahora la situación es fantástica: nuevas salas, galerías, un Museo Municipal, el Museo Picasso, el Centro de Arte Contemporáneo.

P. Antes de ser pintor usted trabajaba en Intelhorce.

R. De jefe de mercería. Contaba los botones. Lo de la sensibilidad viene de parte de mi padre que era cocinero. La cocina es un arte.

P. Esperar 11 años para exponer en Málaga ¿ha merecido la pena?

R. Totalmente. Y si no lo hice antes es porque no paraba de tener exposiciones internacionales. El otro día subí a ver a un grupo que venía con un galerista canadiense y me encontré a una mujer llorando de emoción. Con cosas como ésa me doy por satisfecho.

P. Usted ha tenido muchas etapas. Surrealismo expresionista, una etapa muy matérica y barroca, otra muy ascética... ¿Qué queda de ellas en su pintura actual?

R. Hay épocas más afortunadas que otras. Yo suelo dejar recuerdos velados de etapas anteriores en mis obras. Suele citarse la blanca, que hice entre 1990 y 1994. Nace de un momento de serenidad. Una obra sutil donde buscaba el vacío. La síntesis de la pintura es el vacío. La nada que es el todo. Es lo más difícil de lograr.

P. Y luego la explosión de color. Como los ríos que pinta ahora...

R. Surgieron después de los océanos que hice para la Expo de Lisboa. Un pintor debe ver todos los colores. Pienso que la pintura española suele centrarse en los marrones, los grises, los blancos y los negros. Quizá porque el artista busca lo que le falta. Como yo expongo mucho en países del norte, supongo que les llevé luego todo este color. Porque a un sueco que está todo el día encerrado le das un cuadro en blanco y negro y lo matas.

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