¿Nadie va a pedir disculpas?

Supongamos que, como suele ocurrir, Antoni Puigverd oyera perfectamente y recogiera con mediana exactitud (EL PAÍS, 21 de febrero de 2001) las palabras de la primera dama y que ésta no tuviera un mal día y se le cruzaran los cables, sino que dijera lo que piensa o, lo que es peor, tan sólo parte de lo que piensa. ¿Nadie va a pedir disculpas por referirse a las personas encerradas en la iglesia del Pi con un despectivo 'éstos'? ¿No se merecen un mínimo respeto? ¿Puede una persona con indudable dimensión pública referirse a la tragedia de los refugiados kurdos en ese tono, con esas palabras? ¿Está el presidente verdaderamente cansado de 'dar' viviendas sociales a los magrebíes 'y gente así'? ¿Quiénes somos esa 'gente así'? ¿Los que carecen, los que carecemos de bisabuelos afincados en Cataluña?