La Ertzaintza da por desarticulado un grupo del 'comando Donosti' que preparaba 4 atentados
Aunque Javier Balza no reveló ayer la identidad del último detenido, el diario Gara en su edición del lunes aseguraba que se trata de Eñaut Lerma Usabiaga, de 25 años de edad. Lerma, junto a Iñigo Guridi, arrestado el pasado viernes, y otras tres personas que han huido, integrarían la base del comando Ttotto, denominado así en homenaje al miembro de ETA José Luis Geresta, que supuestamente se suicidió en Rentería (Guipúzcoa) hace un año. Los otros tres miembros liberados (a sueldo de la organización) de este comando a los que buscan la Guardia Civil y la Ertzaintza son Asier Arzalluz, Aitor Agirre y Aloña Muñoa, la compañera sentimental de Guridi y cuyo nombre fue revelado ayer por Balza.
Según la Ertzaintza, algunos de ellos habían estado relacionados en años anteriores con acciones de violencia callejera y actuaciones de apoyo a ETA, pero su unión en un mismo comando se produjo tras la ruptura de la tregua. El material incautado a los dos presuntos terroristas ha permitido conocer que el grupo estaba preparado para realizar cuatro atentados en Guipúzcoa contra personas y bienes.
A pesar de que el comando Ttotto ha quedado desarticulado, ETA dispone todavía de una importante capacidad operativa en Guipúzcoa con otros dos grupos similares que actuarían de manera independiente y sin conocerse, recibiendo órdenes directas de una 'cabeza' ubicada en Francia. En este sentido, el consejero calificó de 'muy importante' la detención de Francisco Javier García Gaztelu, presunto jefe del aparato militar de ETA hasta su arresto el jueves en Anglet (en el País Vasco francés) porque de él dependían todos los comandos de la organización terrorista. Como activistas legales (no fichados por la policía) estuvieron operando hasta finales del pasado año. Fuentes de la lucha antiterrorista han señalado que a finales de septiembre o en octubre, Guridi, Arzalluz y Agirre huyeron a Francia, donde recibieron un curso de adiestramiento y regresaron de nuevo al País Vasco, ya como activistas liberados, con documentación falsa.
La Ertzaintza atribuye al comando Ttotto los asesinatos del periodista José Luis López de Lacalle y de los guardias civiles Irene Fernández Pereda y José Ángel de Jesus Encinas. Además, le considera responsable del intento de atentado mediante bomba contra la vivienda de un guardia civil en Citruénigo (Navarra), la colocación de un coche bomba en el cuartel de la Guardia Civil de Ágreda (Soria) y la explosión que destruyó la discoteca Txitxarro en Deba (Guipúzcoa). El último atentado se produjo el viernes y consistió en la colocación de varias bombas en el centro de menores de Zumárraga. La Ertzaintza investiga también la posible relación del comando Ttotto con el atentado que la semana pasada costó la vida a dos trabajadores de la empresa Elektra, ya que varios testigos identificaron el coche de la integrante del comando Aloña Muñoa cerca del apeadero de Martutene.
Entre la documentación incautada a Guridi se encuentra una placa y un carné del Cuerpo Nacional de Policía, y una tarjeta de afiliado al Partido Popular. Además, tenía en su poder dos DNI y dos carnés de conducir a nombre de Germán Sebastián García y Sergio Cortés Ibáñez de Garayo. La primera de las identidades contaba también con un carné de técnico de Iberdrola, mientras que a nombre de la segunda constaba la placa policial. En cuanto al armamento, el comando disponía de dos granadas anticarro, dos granadas antipersonas, un subfusil MAT 1949, una pistola Sig Sauer P226, una pistola HS, un subfusil de asalto Cetme, un revólver Arminius HW del calibre 38 y munición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.