La nueva vergüenza finlandesa
El dopaje en el esquí mancha el gran deporte del país nórdico, como ocurrió con el atletismo en los 70
La vergüenza se cierne otra vez sobre Finlandia, país modélico que ha dado figuras y momentos memorables a la historia del deporte. En los años setenta fue en atletismo, una de sus joyas, y precisamente en el medio fondo, una de sus grandes especialidades como el lanzamiento de jabalina. Ahora es el esquí de fondo, su patria potestad nórdica. La lacra del dopaje es el denominador común que mancha cualquier historial de forma indeleble. Antes fueron las sospechas sobre Lasse Viren, el doble campeón olímpico de 5.000 y 10.000 metros en Múnich 72 y Montreal 76, de ser un pionero de las transfusiones de sangre para oxigenarla. Y la confirmación del positivo con anabolizantes (primobolan) de Martti Vainio, otro sospechoso sanguíneo, plata en los 10.000 de Los Ángeles 84. Ahora, en sus propios Mundiales de esquí nórdico, organizados en el templo sagrado de Lahti, dos integrantes del equipo nacional, Jari Isometsae (en los 20 kilómetros) y Janne Immonen (en los relevos 4 x 10), han sido descubiertos con HES, un posible enmascarador de EPO porque aumenta el volumen de plasma, licúa la sangre como un diurético con otras drogas.
El escándalo quizá no se reduzca a los dos casos. La policía encontró el día 20 en una gasolinera un maletín con bolsas vacías de HES y jeringuillas para inyectarlo. Al día siguiente apareció a recogerlo Kare-Pekka Kyro, el entrenador jefe del equipo finlandés diciendo que no sabía nada de su contenido. Pero las reacciones no se han hecho esperar. El gobierno ya ha anunciado posibles recortes de dinero al esquí de fondo y los patrocinadores su marcha. Kyro y el jefe del equipo, han sido despedidos, y los dos médicos han dimitido. Uno de ellos le aconsejó a Isometsae que se sacara sangre para bajar la concentración, pero él se negó, según confesó en una insólita conferencia de prensa (un veterano de 32 años no sabía que estaba prohibido el HES), porque bajaría su forma y no brillaría en los Mundiales. Isometsae ganó la medalla de plata en los 20 kilómetros, su primer podio individual, que al ser desccalificado pasó a Johann Muehlegg, ganador después el domingo del gran maratón de 50. El español lamenta el turbio asunto por lo que supone de sombra para el deporte, y habla siempre con discrección de ello. Pero es partidario de la dureza en los análisis.
El escándalo tal vez aumente, pues todo el equipo finlandés pasó el jueves un control por sorpresa de la Agencia Mundial Antidopaje (curiosamente, salvo Immonen, que no estaba) y los resultados pueden demostrar que los técnicos se pasaron en la oxigenación con cámaras hipobáricas. La hemoglobina de sus esquiadores subió por encima del límite de 17,5 permitido por la Federación Internacional y tuvieron después que recurrir a variados métodos para bajarlo.
Todo ha sido extraño. Hasta el triple campeón mundial anterior, Mikka Myllyae, la gran estrella que aspiraba a batir el récord de medallas en grandes competiciones, sólo participó, aquejado de una supuesta gripe, en el relevo y en los 20 kilómetros, donde dio positivo Isometsae. Fue el mejor en los primeros 10...pero se retiró...
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