Jaque mate a las barreras

'¿Barreras? En ajedrez más bien son barreritas'. Jesús García Calleja, director del Torneo Internacional de Ajedrez para Ciegos de Linares (Jaén), saca pecho para reivindicar el talento de los jugadores invidentes y, de paso, para rebatir cualquier comentario que aluda a estos deportistas en términos de inferioridad. En la llamada Meca del ajedrez, y en una sala contigua a la de los grandes maestros Kaspárov, Karpov o Karmnik, diez de los principales jugadores ciegos de todo el mundo desafían las leyes de la naturaleza y demuestran el papel secundario de la vista, un tesoro preciado aunque no vital para moverse por las 64 casillas del tablero. 'El gran contenido del ajedrez está en la mente y no en la vista', sentencia García, que es también director técnico del club ajedrecístico de la ONCE.

Es la primera vez que un campeonato de esta dimensión internacional se celebra en España. Los organizadores han querido aprovechar la expectación que el torneo de Linares despierta en todo el mundo para dar un paso más hacia la integración definitiva en este deporte. 'Deliberadamente organizamos pocos campeonatos para ciegos, el grueso de nuestro trabajo se orienta hacia el ajedrez integrado', afirma García.

En realidad, las únicas diferencias de los dos torneos que estos días se celebran en Linares están únicamente en las adaptaciones realizadas a los tableros de los invidentes. Cada cuadro del tablero tiene un orificio en el centro que sirve para insertar las piezas y que éstas puedan ser tocadas por los ciegos sin derribarlas. Además, los cuadros negros están diseñados en relieve (un milímetro más altos) y las fichas negras llevan arriba una cabezita de clavo para facilitar su identificación.

Por lo demás, el ritual del campeonato de invidentes no difiere mucho del que se celebra en otra sala del hotel Aníbal, propiedad del empresario Luis Rentero, que ha logrado que Linares sea más conocida en Rusia que Sevilla, Granada, Valencia o Bilbao.

Hasta ese lugar han llegado este año los rusos Serguei Smirnov, actual campeón del mundo de ciegos, Serguei Krylov y Vladimir Berlinski -los tres reciben una pensión de su país y dan clases de ajedrez a niños invidentes-; los polacos Piotr Dukaczewski, subcampeón del mundo y empleado en un periódico de su país, y Tadeus Zoltek, un jubilado que es el actual campeón europeo; el yugoslavo Milenko Cabarkapa, que en 1968 se proclamó primer campeón del mundo de ciegos; el joven belga de 18 años Piet Devos, campeón del mundo juvenil; y los españoles Manuel Palacios y Gavril Draghici, ambos vendedores de la ONCE en Tarragona.

Todos ellos cuentan con un Elo (puntuación que mide su puesto en la clasificación mundial de ajedrez) de entre 2.341 y 2.128 puntos. La distancia no parece sideral respecto a los 2.849 puntos de Gary Kaspárov. 'Los ciegos tienen las mismas posibilidades que cualquier otro para ser campeones del mundo absolutos, pero es un problema de número y no de capacidad, pues en España hay 300 jugadores ciegos frente a los 40.000 videntes federados', asegura Jesús García.

El próximo viernes, aprovechando la jornada de descanso en la competición, el ruso nacionalizado español Alexei Shirov y el campeón de España de ciegos, Manuel Palacios, disputarán una partida virtual, sin tablero alguno, pero que podrá ser seguida en todo el mundo por miles de internautas. Probablemente, a partir de ahora Linares no sólo será conocida por ser la capital del ajedrez, sino también por ser el germen para la eliminación de todos los obstáculos que separan a videntes e invidentes. Jaque mate a las barreras.