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Reportaje:APUNTES

Una institución estimada en su entorno

Consejeros de Educación, empresarios, sindicatos y alumnos valoran los 10 años de la Universidad Jaume I

María Fabra

Algo parece común para quienes han participado en la génesis y evolución de la Jaume I: La universidad ha logrado el cariño de sus vecinos.

- Consejeros. La creación de la universidad coincidió con el mandato, al frente de la Consejería de Educación, de Antoni Escarré quien, con una afirmación simple pero definitiva, evalúa estos 10 años: 'Castellón es diferente con universidad que sin universidad', señala. Para Escarré, el balance de estos dos lustros es 'globalmente positivo', pese a las 'mil dificultades' que impiden que sea todo lo bueno que se espera. La creación de una universidad en Castellón incrementó el espectro de estudiantes con posibilidades de acceder a los estudios universitarios y, en la capital de La Plana, tal como destaca Escarré, dando prioridad a los estudios que interesan. El ex consejero recuerda como la relación del antiguo Colegio Universitaria con Valencia creaba problemas y una dependencia 'no muy deseables'. Así, se encargó un estudio que valorara no sólo la creación de una universidad, sino todas las particularidades de lo que debía ser la Jaume I. Antoni Escarré quiso hacer hincapié en algo que también decía el estudio: la elección de estudios pioneros y novedosos y, además, compensar las diferencias territoriales que suponían que dos de las provincias de la Comunidad tuvieran universidad y Castellón contara únicamente con un colegio dependiente de Valencia.

El también ex consejero Joan Romero recuerda bien los inicios de la Jaume I y asegura que 'el proceso de gestación y consolidación ha sido modélico'. Nada apresurado, dice y destaca esta cuestión porque asegura que no siempre es fácil y 'en la Comunidad Valenciana no siempre ha sido así'. El consenso institucional completo fue, a su parecer, importantísimo. Para el ex consejero de Educación, hay dos factores que demuestran que en este corto tiempo se ha recorrido un camino extraordinario: el haber sabido establecer la conexión con la actividad investigadora y el entorno productivo y la calidad de la producción científica del profesorado. Sobre ésta última cuestión, Romero señala que fue posible porque 'algunos de sus sectores se trazaron como objetivo el hacer atractivo que profesores de toda España decidieran proseguir su vida profesional en la Jaume I'. Joan Romero también ha destacado el apoyo que la universidad castellonense siempre ha tenido de la Administración autonómica, hecho que ha posibilitado su consolidación. Sobre todo, según piensa, por la estrecha vinculación de la universidad con el entorno social y productivo. De cara al futuro, el ex consejero 'exige' la plena inserción en el entorno, la mejora del equipamiento y del material docente e investigador y, 'de forma valiente', abrir la universidad a ofertas de educación superior que no necesariamente culminen con la obtención de un título.

La etapa de Fernando Villalonga al frente de la Consejería de Educación también fue importante para la Jaume I. Ahora, el ex consejero hace un balance escueto pero clave. 'El gran logro de la Jaume I ha sido el llegar a ser una universidad moderna y orientada hacia las tecnologías, la investigación y el desarrollo y con una estrecha vinculación con la industria, pero siempre manteniendo sus fuertes raíces valencianas'. Así, el futuro que le desea se centra en el mantenimiento de su línea de investigación y su vinculación al tejido cultural y lingüístico. El actual consejero de Educación, Manuel Tarancón, también ve en la relación con el entorno social una de las mayores y mejores características de la Jaume I. Según apunta, la sociedad castellonense entiende la universidad como 'suya'. Como actual responsable, destaca la fluidez del diálogo que el equipo de gobierno ha tenido con la Administración autonómica en lo que califica de un 'modelo'. Para los próximos años, Tarancón opina que es necesario rematar el ajuste, acabar el campus y seguir estando presente en la propia dinámica que el entorno vaya marcando.

- Agentes sociales. Los propios empresarios son los más autorizados para hablar de esa relación universidad-industria. El secretario general de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), Rafael Montero, señala cómo la apuesta de la empresa y la CEC por la universidad se fraguó con la constitución de la Fundación Universidad-Empresa, con una importante participación de los empresarios de la provincia y de las instituciones públicas como vehículo para relacionar la Universidad Jaume I con el mundo empresarial. 'Es evidente, y así se percibe, el papel importante que tiene la universidad en distintos aspectos, no solo en su vertiente educativa y cultural, sino también en lo económico', afirma. Montero, también destaca el capítulo social, en el que 'la cifra de 12.500 alumnos en las aulas es importante, ya que muchos de ellos no hubieran podido acceder a los estudios universitarios'. La CEC, en su día, apostó por la creación de una universidad en Castellón. Ahora, tras un período que consideran corto, los empresarios apuntan que 'queda lógicamente mucho por hacer'. En ese sentido, la patronal apuesta por seguir una línea de mejora en la calidad de los estudios. 'Es muy importante proseguir en la incorporación a la sociedad del conocimiento y la información, incrementar los esfuerzos por la investigación y en la aplicación de las nuevas tecnologías para conseguir esa formación de calidad que todos anhelamos', asegura Montero.

Los sindicatos, representantes de los trabajadores, participan en la universidad a través del Consejo Social. En este caso, el secretario general de FETE- UGT en Castellón, Vicent Mira ve como lo que hace diez años era una ilusión, hoy es un proyecto consolidado. Para Mira es destacable el hecho de que la infraestructura básica y la financiación estén garantizadas, así como la consolidación de las titulaciones y de la plantilla del personal tanto docente como de administración y servicios. Para el responsable de FETE-UGT, la colaboración entre la universidad y la sociedad es algo patente ya que los estudiantes realizan prácticas en más de un millar de empresas de la provincia lo que, según cree, 'evidencia una realidad consolidada'. El consenso que hizo posible la creación de la universidad castellonense es tambièn importante para este sindicato, desde el que se augura un futuro positivo en el que 'todos, desde dentro o desde fuera, cada uno en la medida de sus posibilidades, hemos de seguir aportando nuestro granito de arena'.

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La secretaria de CC OO de la Enseñanza en Castellón, Encarna Barragán, alude a los desafíos y dificultades relativos a la financiación, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios por los que ha pasado la enseñanza superior. Para Barragán es destacable la importancia que ha tenido para la consolidación de la universidad el desarrollo del campus y la aprobación de los estatutos, que 'ha marcado un impulso importante en el desarrollo del marco de titulaciones'. Para CC OO, 'la universidad ha contribuido activamente en el desarrollo de Castellón, a través de la interacción que ha mantenido con la industria y el entorno y el impulso que ha dado a los procesos de innovación'. Con vistas al futuro, considera 'fundamental' que se mantenga el equilibrio entre la enseñanza dirigida al sector económico y la dirigida a la parte humanística.

- Alumnos. Desde el Consell d'Estudiants se destaca la relación entre la ciudad de Castellón y la universidad que 'ha sido muy enriquecedora para las dos partes'. Son casi 13.000 los estudiantes con los que cuenta actualmente la Jaume I. Estudiantes que desempeñan un papel importante en el organigrama universitario, con varios órganos de representación. 'A lo largo de los años, estos órganos han ido adquiriendo una cierta normalidad, pero todavía se ha de adaptar a las nuevas necesidades que se creen', apuntan.

El rector de la Jaume I, Fernando Romero, se despide de su cargo en estas mismas fechas y, para él, la institución ya se ve como una universidad consolidada y reconocida en el sistema universitario español y valenciano que goza, además, de una gran notoriedad en su entorno, a la vez que es reconocida como una institución económica importante y como un centro que dinamiza cultural y socialmente. Como institución 'comprometida con el progreso y la cohesión social y generadora de conocimiento', Romero subraya éstas como las líneas centrales que debe mantener la Jaume I porque 'son una garantía de futuro y también del territorio en el que está inmersa'. Los alumnos constituyen una parte más que importante en la vida, aunque sea corta, de toda universidad.

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