Buenos novillos
En lo que va de una semana a otra, el público ha cambiado a peor. Se empeñó en elogiar y otorgar trofeos a dos toreros y se olvidó de catar el temple del tercero en discordia.
Abraham Barragán estuvo toda la tarde toreando muy despegadito, aunque hay que anotarle tres buenas tandas de derechazos y una muy buena. Eso, en su primer toro. En su segundo, que le dieron una oreja, estuvo toda la tarde muy tramposillo, toreando de manera muy periférica. El error cometido al no darse cuenta que tenía un toro, primero de la tarde, encastado y excelente, fue un aviso de que si llegó a triunfar no fue porque hiciera el toreo profundo. Una pena que no aprovechara como debiera el buen encaste del primer toro.
Quinta / Barragán, Guerrita, Valverde
Novillos de La Quinta muy buenos para los toreros, el 1º excelente y muy encastado. Abraham Barragán: pinchazo, media estocada -aviso- y tres descabellos (palmas); estocada (oreja). Guerrita Chico: media estocada y descabello (silencio); media estocada, descabello -aviso- y otro descabello (vuelta). Javier Valverde: estocada caída y cuatro descabellos (vuelta); estocada contraria y dos descabellos (petición y vuelta). Plaza de Illumbe, 24 de febrero. 2ª novillada del III Encuentro Mundial y de Novilleros. Media entrada.
El colombiano Guerrita Chico, cuyo nombre es Hernán Ocampo, dejó mostrar en la tarde de ayer que posee una muñeca espléndida, muy fina. Enseñó con esa muñeca que sabe templar con una enorme cadencia. Pese a que no ganó ningún trofeo, lo más torero de la novillada estuvo en sus manos. Pero el público, por lo visto, no estaba para exquisiteces y prefirió la abundancia de pases tramposillos que alguno de sus compañeros de terna dejó mostrado.
Javier Valverde no ligó las faenas de sus toros y se confundió en trastear a cada uno de los ejemplares que le tocó en suerte cuando no hacía falta. La faena de su primero no tuvo ligazón ninguna. En su segundo, aun sin ligar ni cruzarse, plasmó algunos muletazos de cierto empaque. Nos gustaron algunos lances en su último toro.
Insistimos en que los públicos debieran de olvidarse de las trampas que enseñorean por todas las plazas del mundo las figuras del toreo. Los novilleros nunca debieran imitar a las figuras en aquello que es la pura filfa de la fiesta. Si quieren ser toreros antes que llegar a ser figuras tienen que buscar la verdad y no la trampa, porque la trampa, insistimos, es el pan nuestro de cada día de esos que llamamos figuras. Cuando se ve en una plaza de toros a un muchacho, en este caso colombiano, Guerrita Chico, que cincela sus muletazos con temple, eso es un tesoro a apreciar y a aplaudir. El pegapasismo y el toreo despegado y, en este caso, sin templar, eso tiene muy poco valor en términos de toreo grande. El temple sigue siendo un factor importante en la fiesta de los toros, aunque, como es sabido, no es el único.
Volvemos a la novillada de La Quinta para valorar su juego. Unos ejemplares que metieron la cabeza con mucha bondad, con fijeza, y ya, como está dicho, el primer toro, con una codicia y un encaste admirables. Sin duda, la novillada con la que sueñan los que quieren ser toreros. Aunque cabe recordar lo que decía el famoso Guerra cuando un torerillo le dijo: 'Como me embista un toro esta tarde...'. A lo que el Guerra le contestó: 'A lo mejor es peor que te embista'.
Nos enteramos en el decurso de la novillada que el Gobierno vasco pagó la carne de los animales a 372 pesetas el kilo más un añadido de 30.000 pesetas el transporte. El promedio de la novillada fue de 455 kilos. El lector puede multiplicar 372 pesetas por 455 kilos y por seis ejemplares. Debe salir un pastón, y todo esto, por la encefalopatía espongiforme bovina.
Babelia
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