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'Cuando las fuerzas físicas disminuyen'

El primero en recibir ayer la birreta cardenalicia de manos del Pontífice fue Giovanni Batista Re, uno de los más estrechos colaboradores de Wojtyla durante la larga etapa en la que ha ocupado el cargo de sustituto del cardenal Angelo Sodano en la Secretaría de Estado Vaticano. Re, de 67 años, natural de Brescia, en el norte de Italia, y uno de los incondicionales de Wojtyla, fue el encargado de transmitir al Pontífice, en nombre de todos los nuevos purpurados, la gratitud por el nombramiento.

En su intervención, Re dejó bien clara cuál es la opinión de una parte importante de la curia sobre la tantas veces mencionada posibilidad de una jubilación anticipada del Pontífice. 'El pueblo de Dios necesita todavía el ejemplo de vuestra Santidad', le dijo a Wojtyla, 'incluso cuando las fuerzas físicas disminuyen, porque al mismo tiempo aumenta el sentido de la paternidad y el testimonio de la plegaria y del sufrimiento en beneficio de la Iglesia'.

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El Papa le respondió con palabras de optimismo, convencido de que la plaza abarrotada de obispos, con 108 cardenales presentes, innumerables sacerdotes, familiares de los recién nombrados y fieles de a pie, era ayer el mejor testimonio de una Iglesia católica reforzada y dispuesta a dar la batalla por la propagación de la fe de Cristo en el mundo. Una Iglesia que cuenta todavía enormemente como poder fáctico, pese a que en Europa su magisterio religioso y moral haya perdido influencia en el último siglo de forma irreversible.

Bastaba ver las delegaciones diplomáticas presentes en San Pedro para comprender la consistencia del poder temporal de esta institución milenaria. Veinticuatro delegaciones de otros tantos países tomaron asiento en la enorme plaza. Honduras envió al presidente de la República, Carlos Flores, acompañado por el vicepresidente Pedro Pinto Rubianes.

La delegación española

Al frente de la delegación española figuraba el vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy, dos subsecretarios y el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, José Bono, que ayer celebraron la púrpura del español Francisco Álvarez Martínez, arzobispo de Toledo, con una comida en la Embajada de España ante la Santa Sede. Rajoy no estará hoy, contra todo pronóstico, en la recepción oficial que ofrece la Embajada española al nuevo cardenal, a la que acudirán otros purpurados y prelados españoles, entre ellos, el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Antonio María Rouco.

Las relaciones entre el Gobierno y la CEE no están en su mejor momento tras la negativa de los obispos a suscribir el pacto antiterrorista firmado por el PP y el PSOE. En el discurso que Rajoy pronunció ayer en la Embajada ante la Santa Sede, el vicepresidente primero del Gobierno pidió a los cardenales españoles que 'recen por la paz de España' y se mostró convencido de que la Iglesia contribuirá con su magisterio a que la sociedad sea cada vez más libre.

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