El PSE considera que será imprescindible para gobernar y se distancia respecto a los populares
El Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Esquerra dio ayer sus claves de campaña nada más conocer que el lehendakari Juan José Ibarretxe, ha decidido celebrar las elecciones vascas el 13 de mayo. En principio se mantendrá cierta equidistancia entre el PNV y el PP, aunque las mayores críticas recaerán sobre los nacionalistas.
El candidato socialista a lehendakari Nicolás Redondo Terreros, anticipó que su partido propugna 'un cambio tranquilo', 'una revolución de terciopelo', en la que puedan vivir en plena libertad nacionalistas y no nacionalistas, y no sólo los últimos 'como dice el PP', sin revanchas ni actitudes de 'dar la vuelta a la tortilla'. Redondo calificó de 'bienio negro' el vivido en el País Vasco y protagonizado por el nacionalismo. Los socialistas tratarán de que se les perciba como propio de una fuerza 'autónoma', sin ningún compromiso con el PP, con la cualidad de partido 'bisagra'.
'Estoy plenamente convencido de que el País Vasco se puede construir de otra manera bien distinta a los tonos y talantes que ha mostrado el nacionalismo en los dos últimos años; en este bienio negro', dijo el secretario general de los socialistas vascos desde la sede federal del PSOE en Madrid, a cuya ejecutiva pertenece como responsable de Relaciones Institucionales. Esta convocatoria electoral llega tarde, a juicio de Redondo, porque desde hace mucho tiempo las instituciones vascas están sometidas 'a una absurda deslegitimación' y, además, 'se ha retrocedido en la búsqueda de la paz'.
Redondo todavía se entretuvo un poco más en lo que, a su juicio,debía haber sido y no fue. Por ejemplo, debían haberse convocado elecciones una vez que ETA rompió la tregua o cuando su compañero Fernando Buesa fue asesinado o, finalmente, tras las mociones de censura que presentaron populares y socialistas al Gobierno de Ibarretxe.
Redondo no tiene ningún complejo en exhibir la unidad de criterio y proyecto con la ejecutiva federal del PSOE y citó el 'cambio tranquilo' de José Luis Rodríguez Zapatero para asegurar que ése es su proyecto para Euskadi.
De sus palabras se desprende que nadie puede esperar durante la campaña de los socialistas indicios de que ya está todo hecho respecto a un hipotético pacto de Gobierno con el PP. Los socialistas dan por seguro que el PP persigue la victoria para imprimir un cambio total en Euskadi. Redondo quiere libertad y paz para nacionalistas y no nacionalistas, y atribuyó al PP la pretensión de que 'los no nacionalistas puedan vivir en paz'. 'No queremos revanchas', aseguró el líder de los socialistas vascos. Qué ocurrirá el día después de las elecciones es una incógnita sin despejar por mucho que se observa en el PSOE una cierta proclividad a ese pacto tal y como reconocen en la ejecutiva federal.
Pero los dirigentes socialistas llegan incluso al enojo cuando se les atribuye un pacto previo supuestamente fraguado junto al acuerdo antiterrorista. No sólo lo niegan sino que atribuyen a Redondo una participación muy activa en la negativa a esa pretensión del PP.
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