Alicante estudia la paz de Euskadi

'Estamos saturados de estereotipos y de frases hechas que no aportan nada', se lamentó ayer Kepa Aulestia, ex secretario general de Euskadiko Eskerra, nada más iniciar la charla con la que se inauguró en la Universidad de Alicante un nuevo ciclo sobre las Perspectivas de paz en Eukadi. El político vasco sabía que estaba ante un auditorio joven, repleto de estudiantes de sociología, y empezó por provocar y despetar al público.

Aulestia dijo a los presentes que 'aunque parezca una herejía, no sólo sería útil, sino necesario contemplar que el problema de la violencia en el País Vasco no tiene una solución'. El argumento hizo que todos prestaran atención.

Para este político, que observa ahora la situación desde una cierta distancia, en el fenómeno de la violencia etarra 'estamos perdidos, porque se plantean soluciones que tienden hacia una gran simplificación del problema, o por el contrario encontramos posturas que hablan de actuaciones excesivamente complejas'. Aulestia, que fue diputado en Madrid en el año 1.986, parlamentario vasco en 1.994 y secretario general de Euskadiko Eskerra, puso sobre la mesa unos supuestos teóricos sobre los que disertó a lo largo de su charla.

La primera cuestión es conocer si el problema de la violencia tiene una solución. 'En el caso de la paz, muchas veces nos encontramos con un problema de definición; todos hablamos de ella sin saber lo que es, cada uno tiene una percepción distinta', dijo Aulestia, quien recordó cómo en Euskadi, desde hace 40 años, la violencia de ETA está en la calle: 'allí la paz no existe y la historia continúa aprendiéndose a base de guerras; quizá hablar de paz en este caso sea una entelequia'.

El articulista vasco, que colabora en los periódicos del grupo Correo y La Vanguardia y en otros medios de comunicación, se mostró muy escéptico. 'No creo en la intermediación, desconfío de los bomberos que van de intermediarios'. Según su hipótesis, no hay en estos momentos ninguna fuerza política que plantee una solución clara al conflicto. 'No es una hipótesis fatalista, lo planteo como acicate', aclaró Kepa Aulestia antes de advertir de que los dogmas son 'peligrosos', porque pueden derivar en mensajes contraproducentes de vencedores y vencidos.

Aulestia recordó cómo en estos momentos en Euskadi hay más gente amenazada que nunca, la divergencia política es manifiesta y la violencia se ha hecho un triste hueco entre la juventud. 'Es un dato aterrador: una generación de violentos ha relevado a la anterior, y esto pasa desapercibido entre la sociedad', comentó.

Para Aulestia, que ha publicado varios libros durante los últimos años sobre la cuestión, la perspectiva histórica siempre debe estar presente. Por eso recordó que cuando se gestó ETA la efervescencia nacionalista no era mayor en Euskadi que en Cataluña, 'pero la fuerza de la violencia es impresionante'. Según dijo, la génesis de la banda fue un 'crupúsculo' de seis personas: 'era una minoria que implicó a toda la sociedad'. A su juicio, la violencia en el País Vasco quizá fue una desgraciada 'casualidad' que siguió la dimámica del esquema acción-reacción. 'La violencia se convirtió en causa de efectos, y el conflicto se ha instalado en el discurso nacionalista', dijo Aulestia, que lamentó esta 'transgresión' ideólogica. 'El gran triunfo de la violencia en Euskadi es crear una sociedad dentro de otra sociedad y miles de personas que viven en el mismo sitio pero observan una realidad distinta', concluyó.

El ciclo de conferencias, organizado por la cátedra Arzobispo Loazes y el vicerrectorado de Extensión Universitaria de Alicante, continuará los próximos 19 y 26 de febrero y 5 y 12 de marzo con la intervención de representantes de los foros por la paz. Están previstas las intervenciones de Gorka Espiau, de Elkarri; Pedro Luis Arias, de Gesto por la Paz, y del periodista Alberto Surio.