33 heridos a causa de una avalancha en un estadio turco

Una avalancha a las puertas del estadio del Bursapor cuando iba a comenzar ayer el encuentro entre el equipo local y el Erzurumspur causó 33 heridos, según informó la agencia turca Anatolia. Todo fue provocado por el hecho de que dicha entrada fuese abierta más tarde que las restantes, lo que hizo que los espectadores que se amontonaban delante se abalanzasen hacia ella.

Barreras de hierro se rompieron y fueron tumbadas por los aficionados. Un adolescente de 14 años tuvo que recibir cuidados intensivos y cinco espectadores sufrieron lesiones graves, fundamentalmente problemas respiratorios y fracturas en las piernas y los dedos de los pies, aunque, según los primeros partes médicos, no corre peligro la vida de ninguno.

El gobernador de Bursa, Ali Fuat Guven, atribuyó la responsabilidad del accidente a 'los aficionados inconscientes'.

La avalancha ocurrida en Bursa no fue el único incidente registrado en Turquía. Durante el encuentro entre el Galatasaray -que mañana se enfrenta al Deportivo, en Riazor, en la Liga de Campeones- y el Samsunspor tres aficionados fueron apuñalados y ocho arrestados en el transcurso de una reyerta.

Un policía pierde tres dedos

En Italia, un policía que estaba de servicio en el partido de la Primera División Atalanta-Vicenza (1-1) sufrió ayer la pérdida de tres dedos tras estallarle en la mano un petardo al intentar evitar que llegase a la zona donde estaban los seguidores visitantes.

El incidente tuvo lugar casi al final del primer tiempo, cuando fueron lanzadas bengalas y petardos sobre la zona de la Curva Sur, ocupada por los aficionados del Vicenza. El agente, en su intento de evitar que uno de ellos alcanzase al público y creyendo que se trataba de una bengala, lo cogió con la mano, con la mala suerte de que era un petardo que le explotó de inmediato.

En el estallido, el policía perdió tres dedos de una mano. Tuvo que ser llevado a un hospital, en el que fue intervenido quirúrgicamente. En el mismo partido otro agente sufrió quemaduras de carácter leve en una pierna al ser alcanzado por una bengala.