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El consejo de la CAM aparca la expansión de la entidad en Valencia

Con la excusa formal de que la expansión de la CAM en Valencia prevista para el presente ejercicio todavía no ha pasado por el consejo territorial que preside Antonio Gil-Terrón, el consejo de administración de la entidad dejó aparcado ese punto y aprobó la apertura de oficinas en el resto del ámbito territorial de la entidad: Alicante, Murcia, Madrid, Calaluña y Baleares.

Algunos consejeros interpretaron que la territorial de Valencia no abordó el plan de expansión porque su presidente, Gil-Terrón, es partidario de la fusión con Bancaixa y no tendría sentido en estos momentos que la CAM incrementara su red de oficinas en Valencia. Sin embargo, fuentes de la territorial valenciana sostienen que el plan de expansión sólo prevé 'la apertura de tres o cuatro oficinas' en Valencia para 'mantener los mínimos vitales', y esa cifra no choca con una eventual alianza entre las dos grandes cajas de ahorro valencianas.

Los consejeros dieron el visto bueno al plan estratégico de la Obra Social 2001-2005, que incrementa este año su presupuesto un 16,7% en relación con el ejercicio anterior. El ex director general de la entidad, Juan Antonio Gisbert, se vio obligado a retirar este plan el pasado noviembre, para evitar algún voto contrario en el consejo. En la CAM es tradicional que todos los consejeros respalden los proyectos que atañen a la Obra Social. Solventado un problema competencial, el plan aprobado ayer es un calco del que retiró Gisbert.

La Obra Social destinará 3.302 millones de pesetas al ámbito cultural, 1.100 al área sanitaria y asistencial y 2.008 al apartado de investigación. Por territorios, Alicante recibirá 1.363 millones, Murcia 909, Valencia 834 y el resto (Madrid, Cataluña y Baleares) 494 millones. En el apartado de gastos, la Obra Social ha presupuestado 640 millones para personal, 270 para gastos generales, 240 para amortizaciones y 366 para gastos típicos. El presupuesto total alcanza los 5.100 millones de pesetas, frente a los 4.370 millones del pasado ejercicio.

El consejo de administración de la CAM, a propuesta del nuevo director general de la entidad, Roberto López Abad -ratificado en su cargo por la asamblea general de la caja celebrada en la mañana de ayer- acordó una amplia reestructuración de las direcciones generales dependientes de la línea ejecutiva de la entidad.

Para desarrollar la gestión de su nueva etapa, López Abad ha recurrido al equipo humano que trabajaba con él en sus anteriores funciones, y ha introducido a directivos eminentemente técnicos como Gabriel Sacristà Ramis, procedente del Banco San Paolo, que ostentará la dirección territorial de expansión.

Jorge Abad Gosálvez se convierte en director general adjunto y María Dolores Amorós, anterior responsable de Planificación, pasa a ser directora general adjunta y directora general de Recursos. La gestión financiera seguirá en manos de José Pina Galiana, mientras Daniel Gil Mallebrera asume la dirección general de Empresas; Vicente Pastor Boronat la de Intervención y Control y Joaquín Meseguer Torres la de Particulares. Vicente Soriano Terol es el nuevo secretario general de la entidad.

Al consejo de administración asistieron los 20 consejeros y todos los puntos fueron aprobados por unanimidad. Durante la reunión, que se prolongó durante más de cuatro horas, se aprobó la reestructuración societaria de la entidad en la Sociedad Española de Banca de Negocios, y se dio el visto bueno a las cuentas anuales, individuales y consolidadas, y al informe de gestión y propuesta de aplicación del resultado del ejercicio 2000.

La CAM obtuvo el año 2000 un beneficio neto de 163 millones de euros y un margen de explotación de 247,7 millones de euros. En ambos resultados superó a Bancaixa.

La asamblea general de la CAM ratificó ayer el nombramiento de Roberto López Abad, de 45 años, al frente de la dirección general de la entidad, en sustitución de Juan Antonio Gisbert, quien renunció al cargo y se desvinculó de la caja el pasado enero. De un total de 180 asambleístas, a la reunión de ayer acudieron 139, de los que 130 respaldaron con sus votos el nombramiento y nueve se abstuvieron (tres de ellos del sindicato CGT).

Con aplomo y en un discurso de carácter técnico, en el que anunció un nuevo estilo 'humano y ético' para desarrollar su gestión, López Abad presentó los ejes básicos de su línea de actuación al frente de la CAM: incrementar el valor de la entidad mediante la aplicación de su plan estratégico, mantener el diferencial cualitativo y cuantitativo con respecto a otras entidades y realizar una gestión eficiente del riesgo derivado de la morosidad.

Nuevas estrategias

El nuevo mandatario de la caja de ahorros (natural de Alcoy, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y empleado de la CAM desde 1972) resaltó la importancia de introducir nuevas estrategias comerciales, adaptarse a las nuevas necesidades de los mercados y definir la Obra Social de la entidad financiera con un carácter 'moderno y relevante'.

Antes de las votaciones, siete asambleístas interpelaron a los responsables de la entidad sobre la dimisión del anterior director general, Juan Antonio Gisbert, y sobre posibles proyectos de adquisición y fusión de la CAM con otras entidades, entre ellas Bancaixa. Un delegado por el área de corporaciones, Ramiro Catalá, y un representante de los impositores solicitaron conocer las causas de la dimisión de Gisbert.

El delegado de UGT José Ignacio Sánchez preguntó al presidente de la CAM, Vicente Sala, si existe un estudio de viabilidad sobre una posible fusión CAM-Bancaixa, y si las conclusiones de ese informe fueron presentadas al consejero de Economía y Hacienda, Vicente Rambla, en una reunión en la que Sala estuvo presente. Por su parte, uno de los delegados de personal y representante del sindicato CGT, Emilio Ruiz, expresó su rechazo a la hipotética alianza y preguntó si hubo 'injerencias políticas' en la dimisión del ex director general, Juan Antonio Gisbert.

El delegado de UGT Juan Galipienso, que pidió responsabilidad a la dirección en el sentido de garantizar los puestos de trabajo de los empleados, afirmó que los representantes de su central sindical mostraron su apoyo a López Abad por entender que éste mantiene una postura de rechazo a una posible fusión CAM-Bancaixa.

Galipienso recordó a los nuevos directivos la temporalidad de sus cargos. 'Aves de paso', les llamó.

Ninguna de las preguntas obtuvo respuesta del presidente de la CAM. Vicente Sala se escudó en los estatutos internos de la entidad de ahorro para no responder, y alegó, además, que el orden del día de la asamblea general no contemplaba esas cuestiones.

Tras la reunión, varios asambleístas destacaron la ausencia del vicepresidente segundo y presidente del consejo territorial de la CAM en Valencia, Antonio Gil-Terrón, quien, según fuentes de la entidad de ahorro, 'ya anunció hace varios días que no podría acudir'.

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