'Contra ETA sólo vale la tolerancia cero, como hace Alemania con los neonazis'

Iñaki Castro, secretario general del sindicato independiente Erne, mayoritario en la Ertzaintza, respondió ayer al portavoz del Gobierno que la 'consejería más politizada de todo el Ejecutivo es la de Interior, cuyo consejero', recordó, 'decía que deteniendo etarras se ponían palos en la rueda de la paz'.

Pregunta. ¡Vaya polémica que tienen abierta con Balza!

Respuesta. ¿Cuándo se ha visto que un consejero de Interior pida compensaciones políticas por la detención de un etarra como hizo Balza durante la tregua? El jefe de la policía no puede decir eso en ningún contexto.

P. El departamento argumenta que entró para hacer una política de seguridad para un momento de tregua y se truncó.

R. Pues si este escenario nuevo no le gusta, váyase. Pero es que desde hace más de un año tiene a 7.500 ertzainas maleados y desorientados. Balza no tiene legitimidad para nada porque ha jugado con sus agentes. La defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos es una asignatura de la policía siempre, con o sin tregua. La policía debe ser imparcial y neutral.

P. ¿Interior vasco no actúa ahora contra el terrorismo?

R. Hay que estar ahí, y no estamos, ni antes ni ahora. No se investiga y no se detiene. Con tanta gente investigando, más de 500 personas y todos ellos de libre designación, ¿cómo es posible que no demos un palo al agua? ¿Qué hacen?

P. ¿Cuando se rompe la tregua, creen que se mantiene la política de no actuar contra ETA y su entorno?

R. Con Atutxa había un dispositivo en las comisarías de fin de semana contra la kale borroka. Balza lo desactiva todo en un minuto. Y no se ha vuelto a activar. Y han pasado muchos meses y muertos.

P. Pero en el tema de los escoltas es Balza quien enmienda la plana al anterior equipo y decide colocar escoltas de nuevo.

R. Sí, pero necesitaron un ertzaina muerto como Jorge Díez y un político asesinado como Fernando Buesa para implementar un plan eficaz de escoltas, algo que ya habían solicitado todos los sindicatos en la época Atutxa. Esa decisión se tomó con el dramatismo de un asesinato como el de Buesa.

P. ¿Y si mañana fructifica alguna de las líneas de investigación que tiene la Ertzaintza contra ETA?

R. El problema es que el sistema de investigación de la Ertzaintza no está volcado contra ETA.

P ¿No les parece exagerado decir que Balza les ha puesto en el disparadero de ETA por vincularles con la oposición del PP?

R. No es exagerado.

P. Pero es como decir que el enemigo está en casa y es Balza

R. Nosotros hemos dicho lo que hemos dicho. Asegurar, como ha hecho Balza, que nos hemos sumado al carro de la oposición junto al PP para hacer política contra el departamento, que es falso, es ponernos en el punto de mira de los terroristas. Así de claro. Eso demuestra nerviosismo y falta de argumentos para rebatir las críticas que le hacemos. Demagogia pura.

P. Pintan todo paralizado.

R. Ibarretxe administra las derrotas en el Parlamento, ateniéndose a la legalidad y según mejor le convenga. No es la mejor situación, pero permite seguir gobernando. Es la teoría de la evaluación de daños del lehendakari.

P. Con este panorama, ¿se sienten legitimados para pedir el adelanto electoral?

R. (Silencio) Lo que pedimos es que al frente de la Ertzaintza coloquen a alguien con una política de seguridad clara: principio de tolerancia cero contra ETA y su entorno, como hace Alemania contra los neonazis.

P. ¿Puede hacerlo un consejero nacionalista?

R. No es cuestión de siglas, sino de políticas de seguridad. Lo importante no es quién venga, sino su modelo de seguridad.