Peones con corona

España y, en concreto, Andalucía son un paraíso para los ajedrecistas. Los campeonatos organizados en Linares (Jaén) y en Dos Hermanas (Sevilla) figuran entre los más prestigiosos del circuito internacional. Entonces, ¿por qué esta tierra no ha criado nunca un maestro a la altura del ruso Garri Kasparov, la húngara Judith Polgar o el indio Viswanathan Anand? Sergio Cuesta y Enrique Borrego se hacen la misma pregunta: 'Nos falta cultura', responden. 'Por eso nuestra intención es empezar a aficionar a este juego a los niños'.

Estos dos jóvenes granadinos, ambos de 25 años, crearon hace un año Ajesur, la primera empresa de Andalucía dedicada a enseñar el ajedrez en los colegios como actividad extraescolar. Su innovadora idea acaba de ser recompensada con el premio para emprendedores Empresa Joven, que convocan el Instituto de Fomento de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada y la asociación Arca Empleo.

Ya imparten sus clases en 30 centros de la capital granadina, donde han contagiado su pasión por el tablero a 300 escolares. Pero, además, su empresa ha sido contratada por la ONCE para dar lecciones a invidentes, dirigen la Escuela Municipal de Ajedrez de Santa Fe, organizan campeonatos y conferencias, y venden material relacionado con este entretenimiento, a caballo entre el juego y el deporte.

La fortuna ha querido que la afición de Sergio y Enrique sea también su trabajo. En muy poco tiempo han visto como su iniciativa ha tenido éxito. Aunque cuando formaron su comunidad de bienes no las tenían todas consigo. 'Nos venía muy grande. No sabíamos cómo crear ni llevar una empresa. Hicimos números y siempre nos salía la misma cuenta: íbamos a tener que trabajar mucho si queríamos que el negocio prosperara', recuerdan.

Autónomos

Ambos se conocieron con 14 años, cuando comenzaron a jugar al ajedrez en el club que La General posee en Granada. Fue precisamente en este centro donde, hacia 1997, les animaron a crear su empresa. 'Empezamos trabajando como autónomos, dando clases particulares, hasta que empezamos a visitar colegios y decidimos crear Ajesur'.

Desde entonces, calculan que han enseñado a jugar al ajedrez a unos 3.000 niños granadinos. En la actualidad, la sociedad tiene contratados a 10 monitores, muy jóvenes también, titulados por la Federación Andaluza de Ajedrez, que imparten entre una y tres horas de clase en cada centro escolar a la semana. 'Pagamos por horas y somos conscientes de que la cantidad no da para un sueldo, pero les sirve de ayuda', aclaran los dos socios, que sí logran vivir de su iniciativa.

Sergio y Enrique son, respectivamente, campeón y subcampeón provincial de ajedrez. En la clasificación internacional ELO, que mide la 'fuerza' del juego del ajedrecista entre 2.000 y 2.800 puntos, ellos alcanzan el nivel 2.200. 'Los maestros como Kasparov llegan al máximo', aclaran. Poseen el título de monitor que otorga la Federación Andaluza de Ajedrez, imprescindible para poder impartir clases.

Cuando decidieron poner en marcha su empresa no atravesaron los habituales problemas económicos con los que se encuentran otros joven emprendedores. De hecho ni tan siquiera necesitaron realizar una gran inversión: 'Era lo bueno de nuestra idea, porque podíamos prescindir de un local y un tablero, con sus piezas, sale por unas 1.500 pesetas'.

Recreos

Para abrirse mercado, piden permiso en los colegios con el objeto de organizar partidas múltiples durante los recreos. Los padres y los profesores valoran su trabajo muy positivamente, 'y el ajedrez encuentra buena aceptación entre los niños, aunque, desde luego, no tanta como el fútbol', admiten.

En sus clases enseñan desde los rudimentos del juego a las estrategias más complejas con ayuda de un gran tablero magnético. Las lecciones se imparten siempre como actividad extraescolar. Aunque este año han comenzado a enseñar ajedrez a los alumnos del colegio privado Granada College, un centro, aseguran, que se plantea introducir este juego como materia curricular el próximo curso.

'En Rusia es asignatura obligatoria desde 1920. En España, sin embargo, no prosperó en el Senado una iniciativa del partido Coalición Canaria para otorgarle esta condición', recuerdan. Y se lamentan: 'Aquí nos falta cultura. Seguimos dando más importancia a la religión que al ajedrez'.