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Siete muertos en el accidente de un autobús en Ávila

'Íbamos durmiendo y no nos hemos enterado de nada', explicó Rosana Amengual, ayudante de dirección de esta compañía privada, tras ser atendida de heridas leves en el Hospital Comarcal de Medina del Campo (Valladolid): 'Pero cuando el autobús ya estaba fuera de la carretera e íbamos a estrellarnos contra unos árboles, alguien se despertó y dijo '¡ay, cuidado!'. Entonces el conductor dio un volantazo y perdió el control del vehículo. El chófer gritaba '¡me he dormido, me he dormido!'. Para entonces, el autobús estaba ya fuera de control.

Las primeras investigaciones de la Guardia Civil apuntan a que, como mínimo, el conductor se despistó. El vehículo, según atestiguan las marcas de las rodadas de los neumáticos en el barro, circuló durante 125 metros fuera del arcén y del asfalto de la carretera Madrid-La Coruña, dirección Madrid. En un momento dado, el vehículo dio un brusco viraje hacia la izquierda a fin de intentar situarse de nuevo en posición correcta, pero se estrelló contra la mediana y fue dando vueltas a volcar sobre la calzada de sentido contrario, cuyo guardarrail protegió de un impacto mayor, pero luego se vino abajo. El lateral derecho del autocar -un Iveco-Eurodider 35 de la empresa Milotours SL con matrícula TO-9382-X- quedó destrozado mientras que en el izquierdo no se observaban apenas daños.

Los fallecidos y algunos heridos quedaron atrapados bajo el vehículo. Los heridos de menor consideración salieron para parar al primer coche que pasó, cuyo conductor llamó a a Guardia Civil de Tráfico. Guardias, equipos de Cruz Roja, del 061 de Medina del Campo y del Parque de Bomberos de Avila se desplazaron inmediatamente al lugar del accidente, donde la carretera quedó cortada en ambos sentido para facilitar las tareas de rescate.

Volvían de Gijón a Madrid

Mediante el uso de cojinetes neumáticos, los equipos de rescate extrajeron los cuerpos de los fallecidos y de otras dos personas heridas. El autocar fue finalmente levantado por una grúa de gran tonelaje procedente de Medina del Campo.

Siete personas murieron prácticamente en el acto y otras 12 sufrieron heridas de diversa consideración. Todos son miembros de la Compañía Lírica Española, integrada por 90 personas. De ellas, 60 iban en otro autobús, que salió hacia Madrid tras acabar la representación de El huésped del sevillano en una función de homenaje al maestro Jacinto Guerrero al cumplirse el medio siglo de su muerte, informa Javier Cuartas. La representación fue un éxito.

El autocar siniestrado abandonó Gijón a las 0.30 de ayer con 18 personas, la mayoría técnicos, que se habían demorado para recoger del Teatro Jovellanos los efectos artísticos de la representación. El director de la compañía, Antonio Amengual, quien se quedó a pasar la noche en Gijón con su esposa, aseguró que el segundo autobús suele ir siempre 'poco cargado con el fin de que los técnicos puedan estirarse y que cada uno disponga de cuatro plazas'.

Amengual se había desplazado ayer al tanatorio de Arévalo, hasta el que habían sido trasladados los cadáveres de Claudia Ruiz Mechanin, Óscar Alberto Gross (nacido en Argentina y de nacionalidad italiana), José Luis López Pérez, Francisca Moreno Gámez, Milagros Morcillo Chumilla, Estefan Guegania y Harntium Mikalein, estos dos últimos naturales de Armenia. Todos los fallecidos tenían entre 35 y 43 años. Los heridos fueron llevados al hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, al Comarcal de Medina del Campo y al Doce de Octubre de Madrid.

La consternación era evidente en los rostros de los compañeros y familiares de la Compañía Lírica Española que llegaban al tanatorio. Los dos primeros en llegar, atendidos de heridas leves en el Hospital de Medina -como Rosana Amengual, hija del director-, fueron los que llevaron la peor parte, porque tuvieron que iniciar la dura tarea de identificar a los fallecidos, cuyos rostros se encontraban muy desfigurados. Antes recibieron atención de un equipo de psicólogos.

El sueño, según las primeras hipótesis, parece el desencadenante del suceso, ya que en el momento del accidente, a las 6.10 horas, no había condiciones meteorológicas adversas 'ni lluvia, ni niebla', según el subdelegado del Gobierno, Javier Encinas. El vicepresidente primero de la Junta de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, remachó la teoría del sueño: 'Todo apunta a un fallo humano puesto que el tramo donde ocurrió el accidente no presenta dificultades'.

'Iba descansado'

Sin embargo, el portavoz de la empresa Milotours, Luis Miguel Lorenzo, negó la posibilidad de que el accidente se hubiera producido por somnolencia del conductor, fijo en plantilla, porque 'iba bien descansado, había cumplido los descansos reglamentarios e incluso antes del accidente había parado en un bar de carretera para descansar'. El chófer, de 30 años y con domicilio en Madrid, había viajado en repetidas ocasiones con este conjunto lírico. La empresa aseguró que el vehículo, matriculado a finales de 1996, cumplía la normativa de seguridad Euro-2, entre ellas la de los sistemas de seguridad antivuelco, y se encontraba al corriente de las inspecciones vigentes.

Éste es el accidente de autobús más grave ocurrido en España desde aquél en el que, el 6 de julio de 2000, murieron 28 personas y otras 13 sufrieron heridas gaves, la mayoría de ellos estudiantes de entre 13 y 15 años que se dirigían a un campamento de verano en Aranda de Duero (Burgos). El siniestro se produjo en el kilómetro 159 de la N-122, en el término municipal de Golmayo (Soria), cuando el autobús chocó con un camión de ganado.

Ayer mismo se produjo otro accidente en el que se vieron involucrados un autobús y un camión de ganado, donde falleció el conductor del autobús, Jaume C. V. El accidente ocurrió a las seis de la mañana después de que el camión, que circulaba por la N-152 en dirección a Vic, a la altura de Centelles (Barcelona), se precipitara por un puente y fuera embestido por el autobús. Otras dos personas resultaron heridas graves y 49 leves.

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