El Barça se redime

¿Cómo recibiría el Palau al Barcelona después de su enésimo fracaso europeo? Si cabía alguna duda, ayer se disipó. Tímidos silbidos para los jugadores y abucheo más generalizado, pancartas y pañuelos de reprobación para el técnico azulgrana, Aíto García Reneses. Nada que no sea ya habitual. Eran los prolegómenos, la forma de la afición barcelonista de desquitarse por una nueva decepción, antes de comprobar cuál sería la reacción de sus jugadores ante el Tau, un equipo que, habitualmente, pone las cosas muy difíciles a los azulgrana. Ayer no fue una excepción. Los jugadores de Ivanovic justificaron su continuidad en Europa y su cuarto puesto en la Liga ACB.

Pero el Barcelona sacó ese punto de orgullo, el que le lleva a dominar en España y el mismo que olvida cada vez que tiene que jugarse las castañas en Europa y, con reapariciones inesperadas incluidas, consumó cierta redención a costa del Tau. Y es que, ausente Jasikevicius por lesión, nadie esperaba ver de nuevo a Nacho Rodríguez relevando a Navarro en la dirección. Sin duda las circunstancias forzaron su reaparición, pues se esperaba que el base malagueño prolongase su recuperación aún tres semanas. A Gasol, que también reapareció, muchos lo esperaban ya en Italia.

Con un único entrenamiento con el equipo, con molestias, pero cargado de garra y moral, Rodríguez marcó el sino de un segundo cuarto que no pintaba demasiado bien para el Barça. Con dos triples consecutivos a cuatro minutos del descanso, el malagueño neutralizó la buena labor de Alexander bajo los aros (14 puntos) y dio un respiro a su equipo en el marcador (37-32).

Hasta entonces, ambos cuadros se habían alternado en errores y buen juego. Si el Barça no podía con Alexander en la defensa y concedía continuas segundas opciones en el rebote, tampoco los de Ivanovic lograban frenar a Dueñas. Pequeñas diferencias para uno y otro que nunca superaron los siete puntos y que acabaron con un 43-36 en el descanso.

Pero, como anonadado por su propia reacción, el Barça decidió parar máquinas en el tercer cuarto. Por unos momentos, pareció volver al nefasto Palaverde: cuando restaban tres minutos para el cuarto decisivo, como en Italia, sólo había anotado seis puntos. Una tímida reacción le llevó a encajar al final un parcial de 10-23.

Todo quedaba para el último cuarto y entonces reapareció Gasol. Él solo, con tres triples y la inestimable colaboración de Navarro, se bastó. El Barça recuperó parte del juego que le había llevado a sumar 20 victorias en los últimos 21 encuentros, antes de la debâcle ante el Benetton. Con Rodríguez serenando de nuevo la dirección, Dueñas marcando su territorio bajo el aro y los júniors de oro dejando su habitual estigma en el ataque todo funcionó. Ni siquiera una tímida reacción final del Tau asustó. El Palau acabó coreando a su equipo con olés.