El guionista de Ken Loach defiende el cine de lucha de clases
Se estrena 'Pan y rosas', último filme del cineasta británico
'Hoy, un final con un puño en alto quizá no refleja la realidad', señaló ayer Laverty, 'pero de alguna manera hay que recordar que existe la posibilidad de un final feliz'.
Pan y rosas fue rodada en tan sólo 30 días en Los Ángeles. Los personajes que la interpretan son pura ficción, pero, según puntualiza Laverty, 'no abstractos'. El filme narra el movimiento de protesta emprendido por los empleados de la limpieza de Los Ángeles. Un ejército compuesto por inmigrantes -en su mayoría sin papeles- que viven explotados y amedrentados ante la amenaza de perder su mísero empleo. Las actrices Pilar Padilla y Elpidia Carrillo encabezan el reparto de esta historia, que se articula en torno a dos hermanas mexicanas: una de ellas, Rosa, ya establecida en Los Ángeles, donde vive con su familia, y la otra, Maya, recién llegada a Estados Unidos.
Paul Laverty (que ha colaborado con Ken Loach en La canción de Carla y Mi nombre es Joe y que vive a caballo entre Madrid y Londres) explicó ayer la minuciosa labor de documentación que desarrolló en distintos lugares de México, en la frontera y en Estados Unidos, donde, asegura, conoció a cientos de inmigrantes y a los dirigentes sindicales que participaron en la revuelta que llevaron a cabo los trabajadores de la limpieza en Los Ángeles, en la que se inspira el filme. Un movimiento que tuvo éxito y cuya 'ola de optimismo se está propagando por el resto de Estados Unidos', asegura Laverty.
Explotación
El guionista y Loach proponen una visión casi documental de la explotación a la que se somete tanto en Los Ángeles como en otras ciudades norteamericanas a los inmigrantes mexicanos.
Hace seis años, Laverty se encontró casualmente, en una parada de autobús, con 'un ejército de mujeres de la noche que salían a las dos de la madrugada de los edificios de lujo donde trabajaban como limpiadoras'. Poco después contactó con el grupo sindical que defendía sus derechos. 'A lo largo de la historia', señala el guionista, 'la lucha entre ricos y pobres está marcada por la violencia, y la mayoría son historias de gente que acaba aplastada, sin conseguir nada. El hecho de que esta lucha sindical por las mejoras laborales de los trabajadores de la limpieza fuera un éxito ha dado esperanza a todos'. De ahí surgió la idea de llevar esta lucha a la pantalla, pero, como recordó Laverty, 'un trasfondo no hace un cuento, que debe tener vida y emoción'.
La pobreza es 'una lucha por sobrevivir día a día, y en esa lucha queda poco tiempo para las rosas. Se necesita el pan, pero también son necesarias las rosas', explica Laverty, quien, junto a Ken Loach, ha querido hacer una película con esperanza, aunque no sólo con esperanza'.
Babelia
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