'Pleased to meet you'

El otro día tuve la suerte de poder hablar con un paquistaní que llevaba siete días en huelga de hambre en una iglesia de Barcelona. Iba a buscar café para sus amigos. Al despedirnos, muy fatigado, me ha dirigido una mirada diáfana y la frase 'encantado de conocerte' en inglés. Yo me he sobrecogido. ¿La ley lo permite?... Y he pensado cuán interesante sería que todos pudiéramos experimentar esa turbación, todos sin excepción. Y pudiéramos descubrir en nuestros respectivos rostros la imagen del hermano eterno. He conocido a un gandhiano del siglo XXI luchando civilizadamente, jugándose su propia vida, contra una ley injusta que le excluye. Existe demasiada visceralidad contra los inmigrantes, cuando la gran mayoría espera sólo una oportunidad. Nuestros empresarios anhelan trabajadores cumplidores y están por lo general satisfechos con los extranjeros. No se comprende tanta aversión e irracionalidad. ¿Acaso la aprobación de una nueva ley no es momento idóneo para hacer tábula rasa? ¿Por qué no facilitar la legalización de estos colectivos y permitir que demuestren su predisposición al trabajo? ¿Por qué resistirnos a la interpelación profunda que nos proponen? ¿Por qué no confiar? Confiemos en nosotros mismos, en nuestra conciencia individual y colectiva, en esos ojos, en nuestra capacidad de retomar la lógica. Así podríamos decirnos ese 'pleased to meet you' con la dignidad que el pueblo que ustedes gobiernan nos mereceríamos.