La mujer que rompe 200 años de tradición

El London Stock Exchange (LSE) rompe con 200 años de tradición al confiar su futuro en una profesional sin experiencia. Clara Furse, de 43 años, toma las riendas de poder como directora general en una fase de incertidumbre y conficto entre los accionistas de la Bolsa de Londres. La entrada de la primera mujer en la cúpula de poder del club de gentlemen más antiguo de la City es una clara apuesta del espíritu de renovación y cambio que persigue el actual presidente, Don Cruickshank.

La renovación afecta también al consejo de administración con la entrada de un nuevo equipo de consejeros entre los que destaca Óscar Fanjul, ex presidente de Repsol y actual responsable de Hidrocantábrico. 'No entiendo el interés que ha despertado [mi nombramiento]. Hay muchas mujeres trabajando duro para mantener a sus familias y desempeñando sus funciones sin acaparar la atención', dice la nueva directora.

De cuna canadiense, padres holandeses y emparentada con los Siemens, la familia de industriales alemanes perseguida por los nazis, habla cinco idiomas, incluido el español, y es madre de tres hijos en edad escolar. Acostumbra a romper la jornada laboral al mediodía para acudir al gimnasio y tiene, según comentan antiguos colegas, animadversión por los medicamentos confiando, en cambio, en la medicina preventiva.

Graduada por la London School of Economics, se especializó en el mercado de futuros. Puso en marcha la división de futuros del actual UBS Warburg y fue vicepresidenta del Mercado Financiero de Futuros y Opciones de Londres (Liffe) en 1997-1999. En su último trabajo, que dejó el pasado diciembre, integró con éxito la rama de derivados de Crédit Lyonnais.

Furse llega a la cúpula del LSE con fama de dura -de matona, incluso- y cerebral. Ambos atributos, además de la diplomacia, le ayudarán a imponer su visión entre los accionistas de la Bolsa, muchos de los cuales son clientes con intereses contrapuestos.