El fraude de los pasaportes falsos se extiende al Reino Unido

Las investigaciones sobre el posible fraude en los pasaportes comunitarios de algunos futbolistas se extienden. Así, la Federación Inglesa anunció ayer su intención de indagar respecto a los de varios de la Premier League. Las sospechas apuntan sobre todo al delantero lituano Danilevicius, del Arsenal, y al defensa peruano Solano, del Newcastle, que se incorporaron al fútbol británico con unos documentos griegos que podrían ser falsos. Según el portavoz federativo Adrian Bevigton, el asunto es 'prioritario' y, por lo tanto, se adoptarán con carácter urgente todas las medidas necesarias para esclarecerlo.

De momento, el país en el que el problema denunciado ha cobrado mayor dimesión es Francia, donde se miran con lupa los papeles de 28 de los 78 jugadores extranjeros que actúan como comunitarios. Precisamente ayer Aloisio, delantero del Saint Étienne, tuvo que comparecer en Lyón ante el juez de instrucción Nicolas Chareyre a propósito de su documentación portuguesa. Se da la circunstancia de que, lesionado en septiembre pasado, fue dado de baja por su club para toda la temporada y se hallaba de recuperación en su país.

El defensa chileno Contreras, del Mónaco, que se volvió a su tierra en cuanto se vio acosado, está procesado por supuesta posesión de un fraudulento pasaporte italiano. Otro suramericano, el portero colombiano Mondragón, del Metz, cuyos documentos son griegos, debe prestar declaración el 14 de marzo ante el Tribunal Correccional de París. El pasado miércoles el escándalo salpicó a la Segunda División, ya que se duda de la veracidad del pasaporte italiano del argentino Romay, del Niza.

Mientras tanto, en Italia, la fiscalía de Udine avanza en sus indagaciones en relación con las documentaciones de varios jugadores, entre ellos el uruguayo Recoba, del Inter, que puede presumir de ser el futbolista mejor pagado del mundo: 1.400 millones de pesetas anuales. En su caso se cree que pudo haber irregularidades en la obtención de su pasaporte italiano, según unas fuentes, o de que sea directamente falso, según otras. La pena máxima prevista por la justicia italiana para el delito de falsedad en documento público es de cuatro años de prisión.