El premio a Riccardi destaca su contínua acción por la paz
El historiador del cristianismo y cooperante italiano Andrea Riccardi (Roma, 1950) es el ganador del 13º Premi Internacional Catalunya, que concede la Generalitat y se falló ayer en Barcelona. Riccardi, catedrático en la Terza Università degli Studi de Roma, encabeza la asociación laica Comunidad de San Egidio, que él mismo fundó con un grupo de universitarios cuando tenía 18 años. La asociación está extendida por 35 países (tiene dos sedes en Cataluña) y cuenta con más de 30.000 miembros. Entre sus tareas están la atención a personas pobres y enfermas, la mediación en conflictos bélicos y la promoción del diálogo interconfesional.
La oración, la transmisión del Evangelio, la solidaridad con los pobres, el ecumenismo y el diálogo son los cinco pilares que sustentan esta asociación laica que nació en 1968 a la luz del Concilio Vaticano II. Sus primeras reuniones se celebraron en la parroquia de San Egidio, en el barrio romano del Trastévere, y de ella tomó su nombre. Riccardi, su impulsor y máximo responsable, es autor de una veintena de libros en torno a la relación entre cristianismo y modernidad, y su trabajo al frente de San Egidio le ha valido diversos premios. El más reciente, el Premio por la Paz Felix Houphuet-Boigny de la Unesco, que se le entregará hoy en París.
La Comunidad de San Egidio ha sido también candidata al Premio Nobel de la Paz.Las labores de mediación orquestadas por Riccardi desde la comunidad han dado algunos frutos de especial relevancia. Dos años de duras negociaciones en la sede romana de San Egidio fueron decisivos para que en 1992 Mozambique pusiera fin a 16 años de guerra civil; en 1996, favoreció el restablecimiento de las relaciones entre la guerrilla guatemalteca y el Gobierno del país, y consiguió la reapertura de escuelas y facultades en Kosovo. En 1998 se dijo que la Comunidad de San Egidio había actuado como mediadora entre ETA y el Gobierno. En la actualidad, la asociación impulsa la moratoria mundial de la pena de muerte. Su acción por la paz ha valido a la asociación el sobrenombre de la ONU del Trastevere.
En lo que respecta al favorecimiento del diálogo entre distintas religiones, Riccardi impulsa encuentros anuales interconfesionales a escala internacional. Estas reuniones, iniciadas en 1986, incluyen el intercambio entre creyentes y no creyentes. Riccardi ha estudiado a fondo las relaciones entre cristianos y musulmanes en los siglos XIX y XX, y en 1991, al final de la guerra del Golfo, impulsó en Roma el primer coloquio entre hebreos, cristianos y musulmanes.
El Premi Internacional Catalunya, que se entregará al ganador el próximo 15 de mayo, está dotado con 80.000 euros (unos 13 millones de pesetas) y una escultura del artista Alfredo Sánchez.
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