Objetivo: 8,25 antes de marzo
Si 2000 hubiera sido un año normal y su mejor marca, como era lógico, hubiese sido tres centímetros más larga que los 8,22 metros del 30 de agosto en Salónica, Yago Lamela tendría un agobio menos en estos momentos: la obligación de saltar antes de marzo 8,25 metros, la mínima que se exige para participar, del 9 al 11 de marzo en Lisboa, en los Campeonatos del Mundo en pista cubierta. La primera tentativa, la del sábado, en Madrid, se quedó en 7,89 metros, la marca que logró en Sydney. 'Pero no me agobia el asunto', dice Lamela; 'puedo saltar los 8,25'.
'Lamela es prácticamente el mismo que saltó 8,56 metros hace dos años', dice Juan Carlos Álvarez; 'el salto de longitud es matemático en cierta forma y, por los datos que tengo, no puedo decir que Yago esté peor que entonces. Mueve, por ejemplo, 135 kilos en cargada, que es su mejor marca. Y hace repeticiones de 190 en completa cuando en 2000 era incapaz de pasar de 170. Y ya salta 3,27 metros con los pies juntos y pasa de los 10 en triple y salta 7,20 con una carrerilla de sólo 12 pasos [la normal son 42]. Todos éstos son datos alentadores'.
El año 2000 pudo haber sido un paréntesis para Lamela, pero el salto de longitud mundial siguió moviéndose. Y, si en 1999 los 8,22 que saltó en Madrid le valieron para ir a Japón porque no había 12 saltadores que en 1998 hubieran llegado a 8,25, el año pasado ya hubo 17. Muchos nombres y alguno casi desconocido: Pedroso, Lister, Taurima, Méliz, Beckford, Shchurenko, Mudrik, Sosunov, Al-Sabee, Streete-Thompson, Burge, Stringfellow, Dachev, Dilworth, Lukashevich, Pate y Malyavin.
'Sí, pero no importa', concluye Lamela; 'conseguiré la mínima y ya en Lisboa no me importará tanto la marca. Lo importante será lograr una medalla'.
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