Los ganaderos exigen a la Administración vasca más ayudas para compensar las pérdidas por las 'vacas locas'
Los ganaderos vascos agrupados en los sindicatos Enba y EHNE exigen al Gobierno autónomo que establezca más ayudas económicas para compensar la pérdidas originadas por la encefalopatía espongiforme bobina (EBB), según expresaron ayer por separado. Mientras Enba reclama una prima mínima de 30.000 pesetas por res o, en su caso, bonificaciones fiscales, Ehne pide ayudas directas e indemnizaciones en caso de que aparezcan casos positivos.
Mikel Artega y Andrés Akesolo, presidentes de Enba en Guipúzcoa y Vizcaya, respectivamente, dieron a conocer en conferencia de prensa un paquete de demandas que estiman necesarias para afrontar el daño que está causando en el sector la alarma desatada por el mal de las vacas locas. Enba justificó su petición de compensación de rentas a través de primas o bonificaciones en el incremento de los costos del pienso y en el descenso del precio de la carne y de los propios terneros. Además, demandó la apertura 'inmediata' de un sistema, con ámbito estatal, de compras públicas de intervención para compensar la disminución del consumo y la caída de las exportaciones. Otra de las peticiones se refiere a la derogación de la norma que exige una declaración jurada al ganadero que destina animales al matadero. 'Es totalmente inútil para garantizar la seguridad alimentaria del consumidor, ya que el ganadero no es para nada responsable de que un animal que dé positivo, en caso de que así se confirmase, se introduzca en la cadena alimentaria', argumentaron.
Asimismo, la organización agroganadera pidió a la Administración una indemnización 'suficiente y acorde a los precios del mercado' para animales sospechosos o afectados por la EEB, así como implantar un sistema de financiación para la eliminación de los materiales específicos de riesgo (MER). Otras peticiones hacen referencia a anticipar el etiquetado obligatorio, a la especificidad de subsectores o a la difusión de una información 'creíble y veraz'. Además, reclamaron la promoción del consumo de carne y garantizar los piensos producidos con proteínas vegetales para la alimentación animal.
Retirada de animales
En su listado, Enba también incluye que se constituya 'una red pública y gratuita para la retirada de los cadáveres de los animales considerados MER', así como que se evite que los ganaderos se desprendan por su cuenta de los animales muertos y que se fijen unas indemnizaciones razonables para estos animales. Actualmente, los ganaderos no perciben ninguna por este motivo. El pliego con las diez peticiones fue remitido ayer al Gobierno vasco y a las diputaciones forales, junto a una solicitud de reunión para examinar las propuestas y su urgente aplicación.
A preguntas de los medios de comunicación, los ganaderos de Enba mostraron su satisfacción por la 'celeridad' de la Diputación de Vizcaya en restablecer la recogida de las reses muertas tras dos meses de suspensión y quitaron importancia al hecho de que la institución desconozca lo que ha ocurrido con las reses que hayan podido morir en ese tiempo. 'No hay que hacer labores de policía', afirmó Akesolo, tras asegurar que 'no es serio ni responsable que se hable de este asunto. Lo importante es que se ha restablecido el servicio'.
Arteaga dijo conocer casos de ganaderos que llevan los cadáveres a vertederos controlados; si bien no aclaró si ha sido últimamente. 'Estoy seguro de que todos los ganaderos vascos han actuado con la responsabilidad que les caracteriza y han hecho lo mejor que podían', medió Akesolo.
Por su parte, Jon Zuazabeitia, técnico ganadero de Ehne, criticó la actuación de la Diputación de Vizcaya, que calificó de 'irresponsable'. Este sindicato informará de sus demandas la próxima semana.
