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Ocho alcaldes del Alt Empordà cortan la N-II para reclamar su desdoblamiento

Ocho alcaldes del Alt Empordà cortaron ayer durante unos minutos la carretera Nacional-II para denunciar el abandono de esta transitada vía y las escasas reformas que ha llevado a cabo en la misma el Ministerio de Fomento durante los últimos años. La carretera es una salida hacia Europa muy utilizada por los transportistas y se calcula que puede llegar a soportar el paso diario de entre 6.000 y 7.000 camiones; sin embargo, está considerada uno de los puntos negros de la red viaria de las comarcas de Girona.

Los alcaldes de Agullana, Cantallops, Capmany, Darnius, La Jonquera, La Vajol, Maçanet de Cabrenys y Sant Climent Sescebes fueron los que ayer realizaron un acto de protesta sobre el asfalto, aunque otros muchos de la comarca han mostrado su apoyo a la reivindicación de un desdoblamiento de la N-II. Los ediles reunidos ayer representan a una población que supera los 5.500 habitantes, diseminados en pequeños pueblos que van de los 70 a los 2.500 habitantes, y mantienen que están hartos de soportar las continuas quejas de los automovilistas. Las reclamaciones de estos pueblos han sido remitidas en diversas ocasiones al Ministerio de Fomento, sin que hasta el momento exista un compromiso firme de reformar la vía. Según los ediles, ni tan siquiera han querido recibirles. Los alcaldes denunciaron que hace más de 30 años que los ministerios no hacen ninguna reforma en esta carretera.

Una de las quejas más usuales viene dada por el riesgo de detenerse en medio de la carretera para tomar un desvío hacia la izquierda, maniobra que entraña mucho peligro tanto por las altas velocidades que se toman en algunas rectas como por el paso de camiones de gran tonelaje en unos carriles demasiado estrechos.

El alcalde de La Jonquera, Jordi Cabezas, leyó un manifiesto en medio de la carretera en el que animaba a los vecinos afectados a llevar a cabo las movilizaciones que consideren oportunas. Cabezas aseguró que con los impuestos que recauda el Estado por la gasolina que durante 20 días se vende en esta localidad, se podrían pagar completamente estas obras. 'Tenemos una concentración de gasolineras, en el que está considerado como el centro más grande de camiones de Europa, que venden más de un millón de litros diarios de gasóleo, que representan 1.500 millones de pesetas mensuales de impuestos especiales para el Estado, y este proyecto de la N-II vale 1.000 millones de pesetas', añadió Cabezas.

El alcalde de La Jonquera también afirmó que el tráfico que soporta la N-II no está en consonancia con las condiciones en que se encuentra y la calificó de 'indigna del siglo XXI'. Los alcaldes manifestaron que no descartan movilizaciones si el ministerio no ejecuta su proyecto.

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