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Presentada la moción de censura contra el GIL en Ceuta

Los ocho diputados del PP, los tres musulmanes del PDSC, el del PSOE y uno de los tránsfugas del GIL presentaron ayer una moción de censura para echar a Antonio Sampietro de la presidencia de Ceuta. Al final, las pruebas más que evidentes de que el Ejecutivo local -que se ha quedado en minoría tras sufrir seis casos de transfuguismo en sus filas- estaba dispuesto a aguantar gobernando con decretos han convecido a populares y musulmanes para repartirse el poder, que compartirán con los tránsfugas.

El PP trató de evitar hasta el último momento la moción de censura y apostó por la dimisión de Sampietro, porque la fórmula que ahora se pone en marcha le ha obligado a negociar a dos bandas. Primero, con cinco tránsfugas del GIL, a quienes mantendrá en sus anteriores responsabilidades. Luego, con los musulmanes del PDSC, a quienes ha prometido dos consejerías. Los únicos que han firmado gratis la moción son los socialistas, que pasarán a la oposición y tratarán de recuperar el escaño de la tránsfuga Susana Bermúdez.

Uno de los argumentos fundamentales de los que apostaban por ahogar a Sampietro para que dimitiera, que eran mayoría en el PP hasta ahora, auguraba que la presencia del PDSC en el Ejecutivo ceutí haría continuar a esta formación con su imparable crecimiento -ha pasado en cuatro años de uno a tres escaños- y acabaría sucediendo como en Melilla, donde un musulmán, Mustafa Aberchan, se hizo con el poder.

Con la moción, que se votará el 6 de febrero, se consumará previsiblemente el final del fenómeno GIL en la ciudad autónoma. Mientras tanto, se asiste a sus últimos coletazos. Primero, Sampietro sufrió un amago de angina de pecho cuando tuvo conocimiento de que le había traicionado Aida Piedra, ex consejera de su absoluta confianza y tránsfuga clave, ya que era la única diputada del GIL que en 1999 no votó la moción de censura que echó del Gobierno al PP. La ley impide votar dos mociones en una sola legislatura, y la firma de Aida era imprescindible para presentar la moción contra Sampietro. Ayer, el todavía presidente de Ceuta la insultó y trató de agredirle. La amenazó además con denunciarla por hurto, por haberse llevado un ordenador personal de su propiedad.

La moción propone a Juan Jesús Vivas, economista de 47 años y actual portavoz del Grupo Parlamentario Popular, como nuevo presidente, y argumenta la 'nefasta' gestión desarrollada en la ciudad durante el último año y medio por parte del GIL. A Sampietro le quedan ahora 10 días para gestionar sus últimas decisiones y preparar su salida.

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