Lechugas y cordialidad
Un restaurante-ONG de Málaga lleva 11 años difundiendo las virtudes de la dieta vegetariana y de la tolerancia
En la película Como agua para chocolate, un personaje preguntaba a la protagonista cuál era el secreto de sus maravillosos platos, y ella contestaba: 'el secreto es cocinar con amor'. Quizá la única diferencia entre ella y María, Dani y Marie, los tres cocineros del restaurante vegetariano Salomón, en Málaga, es que la heroína de la película incluía carnes y pescados en la dieta, y ellos no.
Pero el afán de María Esteban, fundadora hace 11 años de este restaurante modesto y coqueto aledaño al Mercado de Salamanca, va mucho más allá de repartir menús imaginativos y económicos a la hora del almuerzo. El Centro Salomón también funciona como escuela de cocineros profesionales y aficionados; sede de talleres de yoga, tai-chi y crecimiento personal; y hasta de punto de encuentro para el entendimiento entre las distintas confesiones religiosas.
Se trata, explica, de un lugar abierto a quienes estén interesados en conocer disciplinas alternativas. Con una peculiaridad: ninguna de las personas que imparten allí cursos o talleres cobra por ello. Todos son voluntarios. 'Todos los que estamos aquí tenemos otras profesiones y ocupaciones, pero nos preocupa el bienestar interno y la salud', observa.
María, granadina afincada en Málaga, lleva 25 años practicando la dieta vegetariana. Daniel Macías, donostiarra y único cocinero profesional del centro, también se declara ovolactovegetariano. En cambio Marie Wohlfeil, voluntaria del centro, confiesa que come de todo, 'aunque poca carne'.
María Esteban no se espanta por las palabras de su compañera. 'Nosotros pretendemos ayudar a la gente a mejorar su salud con una dieta equilibrada e imaginativa, pero muchas de las personas que acuden a nuestros talleres no terminan siguiendo la dieta vegetariana. Estamos abiertos a todo el mundo, sin ningún ideal o cosa predeterminada, salvo el de compartir las cosas que nos gustan', aclara mientras vigila la evolución de una sopa de cebolla que tiene al fuego.
La responsable del centro, adscrito a la Asociación de Estudios Holísticos Salyug, que lleva 25 años implantada en España, explica que por sus fogones han pasado los actuales jefes de cocina de dos conocidos restaurantes vegetarianos de Málaga y Torremolinos. 'Hace años que venimos colaborando con el ayuntamiento en programas de formación y empleo', informa. 'Y desde luego que no sólo enseñamos a cocinar los alimentos, sino a conocer sus valores nutricionales y a combinarlos correctamente'.
El apartado sobre nutrición lo cuidan también en su libro de recetas, La cocina de mi casa: nociones y recetas de cocina vegetariana, donde se desvelan desde los secretos de los patés vegetales hasta las alternativas a una dieta convencional para los bebés. ¿Les cuesta a los niños prescindir de hamburguesas y salchichas? María lo niega rotundamente. '¡Pero si precisamente a los niños les encantan nuestras hamburguesas de avena! Saben igual que las de carne'.
La invención de nuevas recetas verdes no es la única función de María Esteban en la asociación. También imparte cursos de yoga y, desarrollando su verdadera profesión, la de psicóloga, lleva ocasionalmente grupos de terapia. 'Aquí cada uno da lo que tiene. Mi marido por ejemplo es estadístico, y cuando tiene tiempo imparte cursos de yoga'. Estadísticas y yoga, lechugas y filantropía. Cada uno encuentra la felicidad en una cosa. ¿Por qué no en un pastel de puerros?
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