Detenidos cuatro traficantes en el puerto de Altea que intentaban desembarcar 3.000 kilos de hachís

La Guardia Civil dio en la madruga de ayer un nuevo golpe al pujante narcotráfico que en los últimos meses ha apostado por el litoral alicantino como puerta de entrada de importantes alijos de drogas desde el norte de África a los países europeos. En esta ocasión la operación policial se desarrolló en las inmediaciones del puerto deportivo Campomanes de Altea (La Marina Baixa) y, provisionalmente, se ha saldado con la detención de cuatro individuos y la intervención de un alijo de más de 3.000 kilos de hachís. En una primera estimación, los agentes han evaluado en más de 800 millones el valor que la droga podría haber alcanzado en el mercado.

Los cuatro arrestados, todos de nacionalidad española y de edades que oscilan entre los 23 y 38 años, fueron sorprendidos por los agentes alrededor de las cinco de la madrugada del domingo, cuando intentaban trasladar el alijo de hachís desde una embarcación de 12 metros de eslora hasta dos furgonetas que había aparcadas en el muelle del puerto deportivo.

Los narcotraficantes habían distribuido el alijo de estupefacientes en 107 fardos, con un peso de unos 30 kilos cada uno de ellos. La investigación baraja la hipótesis de que la droga incautada procedía de alguna población de Marruecos. Además del decomiso de la droga, durante la operación la Guardia Civil también intervino un kilo de polen de la misma sustancia estupefaciente, cuyo valor ronda el millón y medio de pesetas.

Asimismo, los agentes intervinieron la embarcación que supuestamente transportaba la droga, un barco llamado Bye, bye, así como los dos vehículos en los que los narcotraficantes intentaban cargar el alijo cuando fueron sorprendidos por la Guardia Civil.

Los detenidos, cuya indentidad responde a las iniciales J. M. A. L., C. E. T., M. R. S. y T. G. P., fueron trasladados a los calabozos de la Guardia Civil de Altea, donde continuaban en la tarde de ayer a la espera de ser puestos a disposición judicial. La Guardia Civil acusa a cuatro arrestados de los presuntos delitos de contrabando y contra la salud pública. La Guardia Civil, en una nota hecha pública, ha asegurado que la operación continúa abierta y que no descarta detenciones de más personas relacionadas con el intento de introducir en la provincia el voluminoso alijo de drogas.