Detenida una pareja por dar refugio a un miembro del 'comando Barcelona'

Agentes policiales detuvieron durante la noche del pasado sábado a un hombre y una mujer jóvenes, acusados de acoger en su casa a Diego Sánchez Burria, el cuarto miembro del comando Barcelona, detenido el pasado viernes. Tras el arresto de los etarras Iñaki Krutxaga y Lierni Armendariz el pasado día 11 en Barcelona, Diego Sánchez pidió refugio a sus amigos, en cuyo piso de Barcelona estuvo escondido hasta que el viernes decidió entregarse al juez. La policía, enterada de las intenciones del joven, frustró el intento deteniéndole antes y aplicándole la ley antiterrorista.

Fuentes policiales reconocieron ayer que la detención de la pareja amiga de Sánchez tenía carácter preventivo y reconocieron que posiblemente los dos jóvenes no supieran nada de las actividades del presunto etarra.

Diego Sánchez, de 24 años, hijo de un comisario de policía y de una funcionaria que trabaja en la Jefatura Superior de Barcelona, permaneció en Barcelona tras la detención de los dos etarras y la fuga del tercer miembro del comando, Fernando García Jodrá. En medios policiales, se señalaba ayer que el joven, al tratarse de un activista legal (no fichado) y tener una excelente cobertura por esta razón, no tuvo la prisa en quitarse de en medio que sí tenía García Jodrá, un miembro operativo con la consigna de fugarse cuando algo funciona mal. Además, en el caso de Diego Sánchez, los investigadores piensan que éste pudo 'arrugarse' al ver el despliegue policial y los controles que se montaron en Barcelona los días posteriores a la detención de Krutxaga y Armendariz.

La policía sostiene que tiene abundante documentación de la participación de Sánchez en las labores de apoyo, información, seguimiento de personas e infraestructura del desarticulado comando Barcelona. Además, añaden, tienen pruebas de la presencia de Sánchez en el piso en el que vivían los detenidos en Barcelona, que fue alquilado por él.

Por otra parte, artificieros de la policía destruyeron ayer en una cantera los 70 kilos de dinamita incautados a los etarras que actuaban en Barcelona y que procedían de la partida robada en 1999 en Bretaña (Francia), durante el periodo de tregua que la banda aprovechó para rearmarse y reclutar a nuevos terroristas.