La altura del 'lehendakari'
Es un efecto óptico, un engaño sensorial nada más. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, no es tan pequeño como aparenta la imagen, sino el resultado de una discrepancia cerebral entre lo que se percibe y la realidad. La percepción de las estaturas está distorsionada por la inclinación del suelo y el techo de la habitación donde se encuentran Félix Ares de Blas (a la izquierda) e Ibarretxe, quien ayer se prestó al juego durante la inauguración oficial del Kutxaespacio de la Ciencia de San Sebastián, que hoy se abre al público.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.