El ministro alemán Fischer defiende la revolución ante los jueces
Joschka Fischer, ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, revivió ayer su pasado revolucionario de los años setenta. Fischer declaró como testigo en el juicio de Hans Joachim Klein, acusado de participar en el ataque del terrorista Carlos contra la reunión de la OPEP en Viena en 1975, en el que hubo tres muertos. Fischer, atacado por los conservadores alemanes, justificó su 'juventud revolucionaria', pero condenó las derivaciones terroristas armadas. 'Cuando se recurre a la violencia se paga un precio por ello', afirmó.
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