Bancaixa muestra lo crudo de la guerra en grabados de Callot, Goya y Dix
150 grabados componen la exposición Tres visiones de la guerra que ayer se inauguró en el Centre Cultural Bancaixa de Valencia. La crudeza de la guerra es el denominador común de las obras de Jacques Callot, Francisco de Goya y Otto Dix. El primero estampa las miserias de la invasión de Lorena por Luis XVII; el artista aragonés refleja la amargura de la Guerra de la Independencia; y el alemán, el horror de la Primera Guerra Mundial.
Por primera vez en España, una exposición reúne tres series completas de grabados de los artistas citados 'relativas a tres de los conflictos armados que marcaron la historia de otros tantos siglos', según señaló ayer la comisaria de la muestra, Sally Radic. La exposicicón, que permanecerá abierta hasta el 25 de marzo, es 'una aproximación a la forma de hacer de tres maestros del grabado que, en siglos distintos y desde una perspectiva personal y diferenciada, realizan una interpretación de la guerra', añadió Radic, asesora artística de Bancaixa y esposa del director del IVAM, Kosme de Barañano.
Los grabados 'profundizan en la forma en que cada uno de los artistas utiliza el tratamiento del espacio'. En este sentido, explicó que las obras que recoge la muestra 'no glorifican la batalla o el vencedor', sino que 'se trata la guerra con toda su crudeza, tal y como la han vivido los artistas de cerca'. Dix fue incluso soldado en la entonces llamada Gran Guerra. A este periodo corresponden sus 'actas del infierno' y la fundación del colectivo Nueva Objetividad junto a George Grosz.
En orden cronológico se exhiben Les grandes miseres de la guerre del francés Jacques Callot, realizada en 1633 con motivo de la invasión de Lorena por las tropas de Luis XVIII y compuesta por 18 planchas.
La segunda serie recoge 82 estampas de Francisco de Goya realizadas entre 1810 y 1815 en las que, bajo el título de Los desastres de la guerra, manifiesta su experiencia durante la Guerra de la Independencia española frente a las tropas francesas de Napoleón y que se publicaron por primera vez tras la muerte del artista en 1863.
En ellos, Goya alterna diferentes técnicas de grabado como el aguafuerte o la aguatinta bruñida, entre otras, con el objetivo de 'dar más tonos y dejar la línea de dibujo en un segundo plano'.
La última serie recoge 50 láminas del alemán Otto Dix, publicadas en 1924 bajo el epígrafe Der Krieg (La Guerra), que muestran la visión del dibujante alemán sobre la Primera Guerra Mundial.
Tanto los grabados de Callot del siglo XVII, como los de Goya, del siglo XIX, y los de Otto Dix del XX 'son propuestas plásticas emanadas de la nefasta experiencia que es la guerra', pero todas las planchas son, al mismo tiempo, 'obras cumbres del arte del grabado que, en esta ocasión, pueden contemplarse juntas', apuntó la comisaria.
Del mismo modo, Radic señaló que la exposición pretende también 'contrastar tres estilos de grabado que emanan de tres concepciones especiales del arte del trazo y la mancha', así como de 'la composición escénica'. En este punto, la comisaria subrayó que la importancia de las escenificaciones de Callot reside en 'cómo combina la energía y el movimiento de sus figuras en las escenas multitudinarias'; de Goya, la representación de los horrores de la guerra a través de 'una imaginería de naturaleza política', no propagandística; y del dibujante alemán, el uso del aguafuerte y el aguatinta 'como quien hiere y luego remata con la bayoneta', en una obra que 'busca más la expresión que el detalle'. Las obras de Goya proceden de Calcografía Nacional, mientras que las de Collet y Dix de varias colecciones privadas.
Por otra parte, el centro inauguró ayer una sugerente aula didáctica a propósito de la exposición preparada por Pilar Ortí y Santiago Ruiz, también encargados del desarrollo de los talleres didácticos del IVAM.
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