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Política y presión especulativa

El choque entre la especulación urbanística y la conservación del medio ambiente es desde hace años el eje de la política municipal de Xàbia. Las elecciones de 1999 arrojaron el triunfo de Juan Moragues, que fuera alcalde del PP, ahora como cabeza de lista de Unión Valenciana. Un acuerdo a cuatro bandas entre el PP, PSPV, Bloc y CDS elevó a la alcaldía a Eduardo Monfort, el candidato menos votado.

Pero las primeras iniciativas municipales sobre la gestión del parque natural del Montgó y la protección del paraje del Portitxol dinamitaron el pacto multicolor en noviembre pasado.

Jaime Sapena, portavoz del PP, se manifestó partidario de reducir amplias zonas de los límites del parque natural del Montgó con la exclusión del mismo de la partida de la Plana y se mostró favorable a un plan urbanístico, todavia no aprobado, que reduciría drásticamente los metros prohibidos a los constructores en el Portitxol.

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Para socialistas y nacionalistas, no había lugar a dudas: los intereses urbanísticos apadrinaron la moción de censura. Xábia quedó 'convertida por fin en un solar', según el socialista Joan Lluís Henarejos.

A la presión para urbanizar el Portitxol se suma el interés por ampliar el puerto deportivo con un nuevo dique que cerraría la playa de La Grava, un proyecto recurrente, ahora paralizado.

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