Zaplana traslada a Fomento la responsabilidad sobre plazos de ejecución y financiación del AVE

'Había que jugar algunas cartas y las hemos jugado bien'. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, compartió ayer con un grupo de empresarios 'un momento de gran satisfacción' derivado del acuerdo sobre el trazado definitivo del tren de alta velocidad que debe unir Madrid con la Comunidad Valenciana y Murcia firmado el pasado lunes. Zaplana admitió: 'Hoy sólo me preocupa el resultado'. Y trasladó al Ministerio de Fomento toda la responsabilidad sobre los plazos de ejecución de las obras y su financiación.

El presidente ofreció, en una extensa comparecencia ante los periodistas, su versión sobre los pasos previos al acuerdo alcanzado por los cuatro presidentes autonómicos afectados por la nueva infraestructura con el ministro de Fomento. Zaplana se remontó a sus intervenciones en el debate de su primera investidura, el 30 de junio de 1995, como germen del proyecto de conexión con Madrid por alta velocidad. Entonces apenas hizo difusas alusiones a la necesidad de plantear reivindicaciones ante el Gobierno central para superar ciertas carencias en infraestructuras, pero ayer asumió la paternidad del proyecto: 'El debate lo pusimos sobre la mesa nosotros', dijo. Y no dejó de celebrar los obstáculos superados desde entonces: la dudas, las declaraciones sobre la viabilidad del proyecto o las dos convocatorias de elecciones autonómicas y generales, que siempre distorsionan los debates.

Los empresarios que recibió en el Palau a primera hora de la mañana constituyeron su principal apoyo en momentos de vacilación, según explicó. Admitió que la sugerencia de financiar parte de las obras con capital privado valenciano entrañó cierto riesgo: 'Cuando prometimos dinero teníamos alguna duda, a nadie se le oculta que nos habría resultado complicado reunirlo'.

Sin embargo, el farol resultó eficaz: 'Ahora tenemos garantizada una inversión de 1,3 billones de pesetas para el AVE, el corredor mediterráneo y el compromiso de Fomento para adaptar la red convencional', explicó.

Zaplana agradeció el esfuerzo de 'autoestima' desarrollado por los empresarios valencianos en la defensa del proyecto y extendió el éxito de la partida al conjunto de la sociedad: 'La Comunidad Valenciana cada día cuenta más y pesa más en el ámbito nacional'. 'Yo participo de esa opinión extendida', siguió, 'y los empresarios también'. Según su versión, el mérito del acuerdo 'es producto de un gobierno unido y cohesionado, y de una sociedad más vertebrada, desde el punto de vista político y social'.

Sugirió que la defensa del trazado centro, que el Consell apoyó a través de sus alegaciones a las cinco alternativas presentadas en su día por Fomento, 'nos permitía el ámbito de libertad más amplio posible'. Zaplana subrayó el 'ánimo conciliador' que ha mantenido durante todo el proceso previo al acuerdo alcanzado en Murcia y sugirió que las alegaciones del Consell a los diversos trazados 'fueron flexibles', para evitar enfrentamientos entre vecinos de Valencia y Alicante.

Apenas hizo una breve referencia a la reunión celebrada el lunes en Murcia. 'No hubo la más mínima tensión', dijo, antes de plasmar 'en dos folios y medio' los compromisos de todos los afectados. Y una vez pactado el trazado, Zaplana dio por concluida su labor.

El presidente evitó precisar plazos de ejecución: 'Tenemos estimaciones que no dejan de serlo porque el ministerio es el responsable'. Sólo subrayó 'el compromiso inequívoco' de todos los firmantes para agilizar los trámites que les correspondan.

Defendió que 'la retórica' que contiene el documento firmado en Murcia 'intenta aclarar' que la ejecución de las obras será simultánea en el conjunto del trazado previsto, sin prioridades para tramos concretos. Y vaticinó que la ejecución 'será mucho más corta que otras infraestructuras', de acuerdo con el texto del acuerdo, que establece el 'carácter prioritario del proyecto'.

Como remate, las cuestiones sobre la financiación de las obras le resultaron molestas. 'El ministro dijo que pagaba todo y dijo la cantidad final', afirmó tajante. Y bromeó de mala gana: 'Pedirle un cheque conformado me habría parecido demasiado'.