Las amenazas del Frente Polisario ponen la carrera al rojo vivo
La prueba tiene previsto franquear hoy la conflictiva frontera del Sáhara Occidental
El Rallye Paris-Dakar tiene previsto franquear hoy la frontera del Sáhara Occidental, la línea divisoria existente entre el Reino de Marruecos y la ex colonia española cuya soberanía reivindica el Frente Polisario y que los marroquíes ocupan desde 1975. La etapa Gulimin-Smara es, a los ojos de los concursantes una etapa más. Accidentada, ciertamente, pero una etapa más. Se trata simplemente de atravesar las estribaciones meridionales de la cordillera del Atlas y penetrar en el desierto del Sáhara propiamente dicho. No lo ven de la misma manera los defensores de la independencia del Sáhara con el Frente Polisario a su cabeza. Smara, la ciudad en la que terminará hoy el recorrido deportivo, es la ciudad santa de los saharauis, donde el jeque Malainin organizó sus huestes en los albores del siglo XX para luchar armas en mano contra los colonos españoles. El mismo jeque, venerado e idolatrado por varias generaciones de saharauis, que nunca acepto la autoridad religiosa del Sultán de Marruecos, aunque sí su autoridad civil. En esta ciudad, símbolo de la resistencia y de la identidad étnico-religiosa de las principales tribus saharauis, terminará hoy la etapa del rally. A pesar de la tensión de los últimos días y de las amenazas del Frente Polisario la organización de la carrera preveía anoche disputar el recorrido previsto. En caso de que las garantías prometidas por las autoridades marroquíes fueran insuficientes la TSO (Thierry Sabine Organisation, compañía propietaria de la prueba) contemplaba hasta el último momento la posibilidad de poder suspender la etapa o de establecer un recorrido alternativo.
El Frente Polisario ha amenazado con reanudar las hostilidades en contra de Marruecos, 'en el mismo momento' en que la caravana franquee la frontera contestada. El gobierno de Rabat no ha tomado las amenazas en serio. Las Naciones Unidas en cambio han hecho conocer su preocupación. El representante de la ONU para el Sáhara, William Eagleton, ha pedido a las partes (Marruecos y el Polisario) que se abstengan de 'cualquier acción que comprometa el actual cese el fuego'. Si el Polisario lanza algún ataque hoy, la ONU le considerará 'responsable de la violación del cese el fuego'. Pero el movimiento independentista se juega su credibilidad. Su máximo jefe, Mohamed Anbdelaziz, se ha comprometido solemnemente a responder con las armas si el rally entra en tierras saharauis.
El Ejército marroquí y las fuerzas de la ONU han unido esfuerzos para garantizar la seguridad a los deportistas. Sin embargo, la diplomacia internacional sabe que el Polisario se mueve a sus anchas en el terreno y que ningún despliegue de fuerza podría impedir una acción espectacular del movimiento independentista. Las cartas están sobre la mesa.
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