Familiares y amigos de las víctimas acuden a Murcia a reconocer los cuerpos destrozados

Desde primera hora de la mañana, familiares, vecinos y conocidos de las víctimas acudieron al lugar del suceso. Poco pudieron hacer; todo eran ambulancias y efectivos de los bomberos intentando rescatar a las víctimas del amasijo de hierros. Más tarde, en Murcia, sí pudieron colaborar en las tareas de identificación de los trabajadores agrícolas, que no llevaban encima documentación alguna.

Anoche habían logrado identificar a ocho de los fallecidos, de los que siete son originarios de la provincia ecuatoriana de Oro. Se trata de Gladys María Loayza Capa de León, de 35 años, y su hijo de 16 Denis José León Loayza; Norman Alberto San Martín Yunga, de 20 años, y su padre, Norman Humberto San Martín Matamoros, de 55; Marcia Narcisa Zambrano Loayza, de 38 años, Santos Javier Calva Lapo, de 26, nacido en la provincia de Loja; Jorge Alberto Uyaguay Álvarez, de 25 años, y Rober Eduardo Apolo Apolo, de 30.

La mayoría de familiares de las víctimas que acudieron al escenario del suceso precisó de asistencia psicológica del personal de Cruz Roja y de los servicios médicos de urgencias. Llegaron al Instituto Anatómico Forense de Murcia a las cinco de la tarde. La hora que lleva el viaje se les hizo interminable. Los primeros en llegar allí, hacia las 14.00, fueron unos familiares de una de las víctimas. Viajaron en taxi desde Orihuela (Alicante), donde residen. 'Nos han asegurado que uno de los muertos es el esposo de una prima nuestra', comentó, visiblemente nervioso, Wilson Tamayo, de 29 años, que recuerda que su familiar llevaba un año y medio trabajando en el campo de Lorca. El joven explicó que llegaron juntos a España. 'Como todos, tuvimos muchas dificultades para encontrar trabajo y pagar el préstamo que hacemos para el viaje'.

Más tarde llegó otro compatriota, Carlos González, de 29 años. 'Están destrozados, es una barbaridad que en una furgoneta para ocho personas viajaran 12', se lamentaba a la puerta del Instituto Anatómico Forense mientras aguardaba turno para reconocer el cadáver de su primo. 'Hacía tan sólo dos meses que llegó a España; yo vine gracias a él hace cuatro semanas', comentó.

Horas más tarde llegó el autobús de los familiares. Con lágrimas en los ojos y sensación de impotencia se disponían a realizar la tarea más difícil: identificar los cadáveres destrozados por el 'brutal impacto'. 40 personas, todas de nacionalidad ecuatoriana, bajaron del autobús y, escoltados por el personal médico y agentes de la Guardia Civil, entraron en el Instituto Anatómico Forense. Allí les esperaba Fernández Miranda para trasladarles la condolencia del Gobierno central.

Los psicólogos impidieron a los periodistas presenciar el encuentro. Minutos más tarde, el responsable de Inmigración compareció ante los medios de comunicación: 'No me preocupa absolutamente nada la situación laboral en la que se encontraban'. Ahora, contestó molesto, 'nos preocupa el drama humano'. Tampoco quiso ofrecer cifras concretas sobre la realidad de los inmigrantes en el campo murciano, y comentó escuetamente que 'no es el día adecuado para entrar en estos detalles. Las cifras oficiales, no obstante, indican que hay 6.000 ecuatorianos regularizados en la región de Murcia'.

Investigación

Fernández Miranda prefirió no valorar 'la situación administrativa' de las víctimas. 'Ocasión tendremos en los próximos días para hacerlo', dijo. El máximo responsable de la política de inmigración del Gobierno de Aznar anunció la inminente apertura de una investigación y de un debate sobre la realidad de estas personas en España. 'En materia laboral no hay que olvidar que la responsabilidad no es sólo del trabajador, también del empresario, que es el que contrata', advirtió Fernández Miranda, quien anunció que el Gobierno central facilitará la repatriación de los cadáveres de los ecuatorianos. El consulado de Ecuador ofrece un seguro de repatriación en caso de fallecimiento por 2.000 pesetas al año, pero anoche desconocía si alguna de las víctimas lo había suscrito.

Las muestras de dolor y las condolencias llegaron a la Delegación del Gobierno en Murcia. La Casa de Su Majestad el Rey trasmitió su 'más sentido pésame', así como el Gobierno que preside José María Aznar. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, asistirá hoy al entierro.

El obispo de Murcia, Manuel Ureña, que presidirá hoy el funeral en el polideportivo de Lorca, expresó su 'profundo pesar y dolor', al igual que las centrales sindicales. El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, tiene previsto acudir a los funerales.