Apertura en Chiapas
Las iniciativas adoptadas por el presidente Vicente Fox en Chiapas abren una nueva esperanza para resolver el conflicto provocado hace siete años por la insurrección zapatista en el Estado más pobre de México. En una batería de medidas unilaterales que han de prolongarse hasta mediados de enero, Fox ha ordenado retirar de la zona 53 retenes (más de dos millares de soldados), ha liberado a 17 presos zapatistas, autorizado el regreso de los cooperantes internacionales y remitido al Congreso lo que era la exigencia principal de los rebeldes: un proyecto de ley sobre derechos y culturas indígenas, que contempla una autonomía política, judicial y cultural para 10 millones de indígenas en el país, tal como se recogía en los Acuerdos de San Andrés de 1996, nunca aplicados por el anterior Ejecutivo.
La respuesta del subcomandante Marcos ha sido receptiva. Aunque queda casi todo por hacer, prueba del cambio acaecido es que los zapatistas, que desde hace siete años están siendo hostigados y frenados por el Ejército, se disponen en febrero a realizar una marcha pacífica a Ciudad de México.
Aunque los zapatistas son los principales interlocutores, no pueden ser los únicos, pues en este conflicto ya están involucrados grupos paramilitares que combaten a la guerrilla. Fox, que ha hecho caso omiso de las recomendaciones de mano dura de un sector del mando militar, deberá convencer de los beneficios del diálogo a los reticentes de su propio partido, el conservador PAN. Jorge Castañeda, ministro de Asuntos Exteriores de Fox, insiste en que la negociación no será sólo con los zapatistas, sino 'en el Congreso entre los partidos que representan el cien por cien del electorado mexicano'. Así debe ser, pues la ley de autonomía de la población indígena que pretende aprobar introduce cambios constitucionales que requieren la aceptación de las dos terceras partes de un Congreso que Fox no controla.
Pero sí podrá contar con el nuevo gobernador del Estado, Pablo Salazar, que por vez primera no pertenece al PRI. Los zapatistas tienen la ocasión de hacer avanzar la paz, la causa de los indígenas y la de la lucha contra la pobreza. Pese a la retirada militar parcial ordenada por Fox, deben comprender que México no es Colombia. Nadie puede acusar a Fox de no haber dado pasos claros y sinceros. El 'nuevo amanecer en Chiapas' prometido por Fox en su discurso de investidura tardará. Pero avanza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.