Deseos por los aires

El final de las guerras, que se acabe el terrorismo o el reparto de la riqueza entre los más necesitados fueron los mensajes que más repitieron los madrileños en los dípticos que entregó la compañía Comediants durante el pasacalles de bienvenida al nuevo milenio. Esos deseos, unidos como las colas de unos cometas, viajan desde la una y media de la tarde de ayer en 25 grandes globos que surcan el espacio.

El pasacalles comenzó al mediodía en la plaza de Cibeles y concluyó dos horas y diez minutos después en la plaza de Oriente. Más de 40.000 espectadores acompañaron el recorrido, según los cálculos del Ayuntamiento de Madrid. Siete carrozas que representaban la vida, el pasado, las fiestas o el futuro, entre otros, formaron la marcha. Según avanzaba la comitiva, los artistas lanzaban los folletos en los que se pedía a los asistentes que escribieran sus deseos para el nuevo milenio. Éstos fueron de lo más variado. 'Que ningún niño tenga que trabajar', rezaba el de un padre de familia. Otro añadía que la paz y la salud llegue 'a todos los lugares del mundo'.

En el montaje participaron más de cincuenta actores y la banda de música de Mejorada del Campo. 'La asistencia ha sido multitudinaria a pesar de las inclemencias y el mal tiempo. El resultado ha sido muy positivo', señaló Jaume Bernabé, director de Comediants.