China promete un castigo duro para los responsables del incendio de la discoteca

Los responsables del incendio de un centro comercial que el pasado día de Nochebuena costó la vida a 309 personas serán "castigados duramente", según anunció ayer el primer ministro chino, Zu Ronji. Mientras, la policía sigue buscando entre las cenizas de la discoteca Donghu, en la localidad central de Louyang, pistas sobre la causa que desató el incendio. Según la prensa local, los investigadores tienen una lista de 20 sospechosos a los que se está interrogando.La televisión local ha informado de que estás personas han sido sometidas a "vigilancia y control", lo que significa que la policía se dispone a comprobar todas sus actividades, aunque durante la investigación se demuestre que no tuvieron nada que ver con el incendio. Entre ellos se encuentran los gerentes del centro comercial y los propietarios de un almacén donde se sospecha que pudo comenzar el incendio.

Mientras los familiares de las víctimas tratan de identificar a sus conocidos entre los restos carbonizados, la opinión pública china ha comenzado a criticar con dureza las pobres medidas de seguridad antiincendios que tenían las instalaciones y a pedir responsabilidades a las autoridades por ello. El hecho de que el local no hubiera superado una inspección pocos días antes de la tragedia y que continuara abierto a pesar de la falta de puertas de emergencia, detectores de humo y extintores, ha soliviantado los ánimos.

El mes que viene los chinos celebran el nuevo año lunar y el Ministerio de Salud Pública ha ordenado que se cierren de inmediato todas las discotecas y salas de fiesta sin licencia sean cerradas inmediatamente. Además, hoteles, centros comerciales, hospitales y colegios serán examinados para comprobar las medidas de que están dotados para casos de incendio, según ha informado la agencia Xinhua.