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Zaplana utilizó deudas de dudoso cobro para equilibrar su presupuesto

El Gobierno valenciano, que preside el popular Eduardo Zaplana, enjugó el déficit correspondiente a 1999 con 135.372 millones de pesetas de ingresos pendientes de muy dudoso cobro según la auditoría realizada a las cuentas. El informe de la Sindicatura de Comptes (órgano autonómico equivalente al Tribunal de Cuentas), presentado en estas vacaciones navideñas, alerta sobre el volumen de ingresos pendientes consignados en los presupuestos del Ejecutivo valenciano y señala que deben revisarse las expectativas de cobro.

El informe, dado a conocer ayer por Cinco Días, llega cuando el Gobierno de José María Aznar negocia una ley que obligará a las autonomías a mantener el equilibrio de sus cuentas, es decir, déficit cero o incluso superávit. Zaplana, según los auditores públicos, está muy lejos de ese objetivo. A principios de 1999, según la auditoría, el Consell de la Generalitat incorporó a sus cuentas más de 256.000 millones de ingresos pendientes, pero sólo cobró 41.000 millones. El informe señala que en el muestreo realizado por los auditores se detectan muchas deudas pendientes de cobro soportadas en "documentación insuficiente o inadecuada" y algunas de ellas no están ni firmadas. En los presupuestos de 1999, Vicente Rambla, consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Zaplana, había previsto un desfase entre gastos e ingresos corrientes de 10.500 millones que se cubrirían con el endeudamiento neto autorizado.

En cambio, el saldo entre los ingresos no financieros y los gastos realizados de 134.897 millones de pesetas fue un déficit de casi 125.000 millones, según se desprende de la auditoría.

El órgano de fiscalización de las cuentas del Consell asegura en su informe que "no deben utilizarse para la financiación de gastos los derechos pendientes de cobro que se consideran de difícil o imposible realización".

Respecto al endeudamiento pactado entre las comunidades autónomas y el vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, el informe afirma: "Esta Sindicatura de Comptes no ha dispuesto de información que le haya permitido comprobar si la gestión de la Generalitat Valenciana ha respetado el límite de incremento autorizado por la Administración del Estado para la Comunidad Valenciana para 1999".

El informe dedica un apartado específico al Servicio de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad, para el que se reservó un presupuesto inicial de 396.000 millones de pesetas que se revisó al alza durante el ejercicio hasta alcanzar la cifra de 454.000 millones. Pese a este incremento, 1999 se cerró en este departamento con unas obligaciones no reconocidas de 56.246 millones más por falta de crédito presupuestario.

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A esta situación contribuyó un incremento del 34% en el gasto farmacéutico y de personal para los que no fue suficiente un recorte del 14% en las inversiones reales previstas y del 25,5% en las transferencias de capital que soportan inversiones de terceros.

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