El Zaragoza persevera y suma un punto
Con la miel en los labios se quedó el Villarreal. A falta de tres minutos para que finalizara el encuentro, José Ignacio logró contrarrestar el gol conseguido por Quique Álvarez en la primera parte. El Villarreal vio de cerca la puerta de los puestos de acceso a la UEFA, pero no pudo retener los tres puntos trabajados a lo largo del encuentro. Por otra parte, merecidos también por el Zaragoza, que puso todo su empeño para no salir derrotado de tierras castellonenses.Dos conjuntos clónicos se enfrentaban ayer en el Madrigal. Defensa de cuatro difícil de desbordar; poblado centro del campo y un único punto de referencia en el ataque. Y la misma concepción del fútbol; la busqueda de la victoria por medio del buen juego, el buen trato del balón, el toque y el desmarque. Principios a priori básicos en peligro de extinción y, al parecer, reservados a los equipos grandes. Nada de eso. El ejemplo vivo es el Villarreal, un modesto que quiere dejar de serlo, y el Zaragoza, un clásico que quiere recuperar el vuelo tras un inicio de Liga para echarse a llorar. Discutible sería también la teoria de que los equipos de fútbol se parecen al entrenador que los dirige. En su etapa de futbolista, Víctor Muñoz, destacaba por su incansable trabajo en el césped y su juego, efectivo sin duda, no resaltaba precisamente por la brillantez. Sin embargo, como técnico, ha impuesto una máxima innegociable: las buenas formas no van reñidas con la efectividad.
VILLARREAL 1ZARAGOZA 1
Villarreal: López Vallejo; Roca, Unai, Quique Álvarez, Arruabarrena; Jorge López (Craioveanu, m. 85), Amor, Cagna, Calleja (Berruet, m. 74); Víctor y Marioni (Gracia, m. 68).Zaragoza: Juanmi; Rebosio, Paco (Garitano, m. 59), Lanna, Sundgren (Cuartero, m. 42); Juanele (Yordi, m. 65), Acuña, José Ignacio, Vellisca, Montenegro y Esnaider. Goles: 1-0. M. 15. Quique Álvarez remata tras un fallido despeje de Juanmi a la salida de un córner. 1-1. M. 87. José Ignacio remata de cabeza tras un saque de córner. Árbitro: Megía Dávila. Amonestó a Marioni, Unai, Esnaider, Amor, Cagna y Cuartero.
Los dos conjuntos pusieron en práctica sus principios desde el inicio, intentando imponer su jerarquía en el medio campo. En ello estaban ambos cuando el Villarreal se adelantó tras un regalo de Juanmi, indeciso en su salida tras un córner sacado por Víctor y rematado por Quique Álvarez. A pesar del contratiempo, el Zaragoza siguió con su plan. La segunda línea ofensiva aragonesa llevaba peligro con asiduidad al área defensiva del Villarreal, que tuvo que esmerarse para mantener virgen la portería. Y lo hizo durante gran parte del partido. Taponó los caminos al Zaragoza, escondió la pelota, contragolpeó con peligro, pero no pudo evitar a última hora que los maños le robasen la ilusión de asomarse a los puestos de Europa.
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