LA FIESTA DEL AÑO
Esta vez no ha sido difícil para los especialistas en saraos determinar cuál ha sido el más señero de 2000. Fue en Joy Eslava la otra noche. Invitaba Pilar Raventós, de Codorníu, que organizó una noche art-déco, donde no faltaba ni el cisne de hielo, al fondo una vidriera inspirada en Tamara de Lempicka, los impasibles perros afganos paseándose entre las señoras con plumones de ave lira, ni unos tangos de lujo bailados por la mejor pareja del momento en Madrid: Marcela y Marcelo, exquisitos en los cierres y los giros. Manuel Banderas apareció en el escenario con chalina corta de seda y cantó arrabalero, muy en su papel tanguero.-
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