La Bolsa de Madrid sufre la segunda mayor caída del año arrastrada por Wall Street
La Bolsa de Madrid sufrió ayer la segunda mayor caída del año, al perder un 3,25%. El índice Ibex 35 perdió aún más, un 3,81%, el recorte más severo del ejercicio. Las razones del desplome fueron el malestar creciente en EE UU, donde cada día son más las empresas que revisan a la baja sus expectativas de beneficios, sumado a un factor técnico: el vencimiento de contratos de futuros y opciones. En Nueva York, el Dow Jones perdió un 2,24% y el Nasdaq, el 2,75%. Para los analistas, el enfriamiento económico al otro lado del Atántico es un hecho, y sus efectos castigan a las bolsas de todo el mundo.
La espectacular caída bursátil, de la mano del mercado de productos derivados, redujo la capitalización de las empresas que constituyen el índice Ibex 35 en 2,02 billones. El grupo Telefónica en su conjunto y sobre todo la filial de Internet, Terra, sufrieron especialmente las consecuencias de la sesión. El grupo de telecomunicaciones redujo su valor en 1,27 billones de pesetas y Terra marcó un mínimo histórico al cerrar su cotización en 15,01 euros.Si se echa la vista atrás, se observa que en apenas 10 días, la bolsa española ha registrado la mayor subida en dos años y la segunda mayor caída de este ejercicio. Los especialistas creen que esos 10 días son un un plazo demasiado corto como para considerar una casualidad movimientos tan notables. Los bandazos, opinan, están relacionados con la situación que se vive en Estados Unidos. El confuso proceso electoral vivido en aquel país y la entrada ahora en una etapa de enfriamiento económico han convertido la bolsa española en una especie de montaña rusa. Este comportamiento, en opinión de los analistas, responde a que el mercado español ha exagerado las respuestas a todas las señales procedentes del otro lado del Atántico. Para bien y para mal. Es, concluyen los analistas, un comportamiento asimilable a un mercado periférico.
El previsible final del proceso electoral en EE UU fue la causa de que la bolsa subiera el 3,54% el 5 de diciembre. Entonces, los inversores se dejaron llevar por la confianza de los analistas en una rápida recuperación ante la aplicación de un programa electoral, el republicano, más favorable a los intereses de los mercados.
Sólo 10 días después, la bolsa pierde el 3,25% a pesar de que el proceso electoral ha terminado con el candidato preferido por los mercados. ¿Qué ha cambiado en tan corto espacio de tiempo?, se preguntan los inversores. La respuesta es que cada día son más las empresas estadounidenses que anuncian una revisión a la baja en sus expectativas de beneficios y recortes de plantilla para reducir gastos.
De esta forma, los mercados de acciones de EE UU, Wall Street y Nasdaq, sufrían ayer importantes recortes, con el 2,24% en el primero y el 2,75% en el segundo. Había una razón: Microsoft había anunciado que sus beneficios no van a ser los previstos. También los grandes fabricantes de automóviles (Ford Motor, General Motors y Chrysler) anunciaron la ampliación de los cierres temporales de sus plantas en EE UU y Canadá para reducir inventarios ya que esperan una caída de las ventas. Como fichas de dominó, los fabricantes de componentes no esperaron para anunciar un descenso espectacular de sus beneficios. Uno de ellos, ArvinMeritor, afirmó que sus beneficios en 2001 serán de dos dólares por acción en lugar de los 3,5 dólares previstos.
El enfriamiento económico llegará antes a EE UU, pero las bolsas de todo el mundo están anticipando su generalización. En Europa las pérdidas de ayer fueron moderadas, con el 1,12% en París, el 2,14% en Francfort, el 1,81% en Milán y el 1,40% en Londres. En este contexto, la bolsa española acumula las mayores pérdidas anuales de Europa, con el 12,68% en Madrid y el 21,35% en el Ibex 35.
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