El partido único resucita la Copa
El nuevo formato devuelve el interés a una competición devaluada en los últimos años
La novedad resultó todo un éxito. Si de lo que se trataba era de recuperar el espíritu original de la Copa, de rescatarla del tedio y el abandono en el que había caído en los últimos años e inyectarla emoción e interés, el cambio de formato aplicado esta semana, con eliminatorias a un único partido en el campo del conjunto de menor categoría, hizo pleno.Hacía tiempo que los treintadosavos de final de la Copa no despertaban tanta expectación, que sus cruces no reunían semejante suspense, que no reclamaban tamaña atención de los medios de comunicación ni se colaban tan adentro en las conversaciones de los aficionados. Cinco equipos de Primera División eliminados: Real Madrid, Real Sociedad, Alavés, Oviedo y Málaga. Otros tres, sufriendo en la tanda de penaltis para clasificarse: Rayo Vallecano, Las Palmas y Numancia, y apuros de diversos colores en casi todos los demás demostraron que, competitivamente, el torneo ha salido ganando con la nueva fórmula. Hay más igualdad, emoción, sorpresas. Y se recupera la vocación del todo es posible en la Copa, tan arraigada en otros campeonatos, como el inglés.
Ayer, el principal impulsor del cambio, la Federación Española, desbordaba euforia. Tanta, que hasta anunció su intención para la próxima temporada de estirar el partido único hasta los octavos de final -en la actual sólo se utilizará el nuevo sistema en los treintadosavos y los dieciseisavos-. "Nuestra voluntad", dijo ayer Gerardo González, el secretario general de ese organismo, "es perpetuar esta fórmula. Porque hemos acertado. Hemos recuperado incluso hasta los carruseles radiofónicos. La Copa ha vuelto a ser una cosa viva".
El formato a partido único ha dejado contentos a casi todos. Incluso a los equipos más perjudicados en esta primera experiencia. Como el Real Madrid. Su director general, Jorge Valdano, fue tajante: "Me parece el mejor formato de los posibles y más adecuado que los anteriores". La satisfacción es general. Se quedaron felices los jugadores. "Sufrimos lo indecible en Ourense", comentó Alberto, del Valladolid, uno de las cabezas visibles del sindicato de futbolistas, "pero me gusta esta fórmula. Es otro espíritu el que veo. Y una opción para los pequeños, que salen muy motivados. Las sorpresas van a ser normales". También, los entrenadores: "El que tenga un descuido, allá él. Porque esta fórmula puede ser muy atractiva, sobre todo para los pequeños", comentó Vicente del Bosque.
Menos rotundos se mostraron los presidentes. "Es más espectacular", afirmó Joan Gaspart, "pero tiene sus riesgos. En todo caso, es el único sistema que sirve para reducir el calendario". José María Arrate estuvo cauto: "He visto más pasión, sí, pero habrá que esperar a hacer balance. Crea incentivos para los pequeños y complicaciones para los grandes. Tendríamos que tener alguna ventaja. Por ejemplo, que los empates clasificasen al equipo visitante".
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