"En la provincia de Sevilla, los candidatos no son los mejores"
Pregunta. ¿Qué retos se ha marcado para el PP de Sevilla?Respuesta. Convertirlo en una fuerza de gobierno en la ciudad y en la provincia.
P. En la provincia de Sevilla el PSOE obtiene históricamente unos magníficos resultados.
R. Más que magníficos, son los mejores resultados que el PSOE obtiene en toda España. Creo que se debe a la presencia de destacados dirigentes socialistas. El acceso a las instituciones democráticas municipales por primera vez con un tripartito PCE, PSOE y PSA [hoy PA] afianzó el poder del Partido Socialista en la provincia, pese a que quien obtuvo más votos fue UCD. El ejercicio de ese poder desde 1979, en algunos casos de una manera sui generis, ha propiciado que la provincia sea un verdadero feudo del PSOE. Pero está empezando a perder algo de poder.
P. Pero esa merma se ha producido en la capital. Pasados unos kilómetros no se produce.
R. Sí, es cierto. El PSOE gobierna en la mayoría de los ayuntamientos de la provincia y, además, con alcaldes que, en buena parte, llevan más de 20 años en el poder. El ejercicio del poder por esos alcaldes y de la ejecutiva provincial del PSOE ha imposibilitado que otras fuerzas políticas tengan un peso específico. En algunos ayuntamientos, durante muchos años -no digo que en estos momentos-, se ha vivido una democracia muy particular.
P. ¿Por qué particular?
R. Por las decisiones de determinados alcaldes, que eran dueños y señores de esos municipios. El PSOE, en algunos ayuntamientos de Sevilla, se ha comportado como los viejos caciques y se sigue comportando, en algunas actitudes que vemos de algunos dirigentes rurales. Algunos tienen tics caciquiles.
P. Ya, pero también fallarán ustedes en algo.
R. Es evidente que si un partido saca buenos resultados en elecciones generales y autonómicas y, por el contrario, malos en las municipales, tanto la estructura del partido en la localidad, como en la provincia, como los candidatos, no son los mejores. No tiene sentido que en algunos municipios bajemos 20 y 25 puntos entre unas elecciones y otras. Eso significa que algo falla y el corregir eso es el gran reto de esta ejecutiva.
P. ¿Cree que es cuestión de mensaje o de candidato?
R. Es cuestión de estructuras, de personas. No sólo de candidatos, sino de las personas que conforman el Partido Popular de Sevilla, que no ha sido capaz de atraer a este proyecto a más personas, cosa que no pasa en Sevilla capital o en otras zonas de Andalucía. Aquí no hemos sido capaces de aglutinar a sectores importantes de la población de las pequeñas, medianas e incluso grandes poblaciones de Sevilla en torno al PP. Hay grandes ciudades de esta provincia en las que no hemos sido capaces de articular un partido creíble para la ciudadanía. También es cierto que en esas grandes ciudades, algunas de ellas más grandes que capitales de provincia, la misma sociedad de esas poblaciones está poco articulada, poco estructurada y esto hace que toda la vida gire en torno al ayuntamiento y el poder municipal, lo que hace más difícil nuestra labor.
P. Hay gente en su partido que sostiene que nunca podrán ganar unas elecciones autonómicas si no consiguen equilibrar la situación en Sevilla.
R. Creo que tenemos un reto importante en Sevilla respecto a otras provincias como Almería o Málaga y ser capaces de lograr lo que ellos han conseguido. También tenemos que tener en cuenta que, sociológicamente, nuestra provincia no tiene nada que ver con provincias que han evolucionado su economía. Han pasado de una agricultura tradicional a una moderna como en el caso de Almería, generadora de riqueza o empleo, con un turismo expansivo. Málaga ha vivido una enorme transformación en los últimos años. Yo me atrevería a decir que la provincia de Sevilla no ha sufrido esa transformación, tiene una agricultura eminentemente tradicional. Salvo un pequeño foco industrial, hay una dependencia del sector agrícola y del sector servicios, por lo que la sociología de la provincia ha evolucionado muy poco. Esto hace más difícil nuestro trabajo y más fácil el mantenimiento de los alcaldes del PSOE. En cualquier caso, el poder municipal en Sevilla cambia muy pocas veces de mano, no sólo del PSOE. Hay alcaldes históricos de otros partidos que no han cambiado y eso es por el gran peso de lo municipal, de lo público en esos municipios.
P. ¿Cuáles son los sitios claves para lograr ese equilibrio?
R. Evidentemente, los de mayor población. Hay 10 grandes municipios en la provincia. En las últimas elecciones generales obtuvimos un excepcional resultado, consiguiendo un escaño más. En esos municipios el PSOE nos sacó casi el 50% de los votos de diferencia. Es decir, de 130.000 votos de diferencia que nos saca el PSOE en Sevilla más de 50.000 votos son de esos 10 municipios. Estructuras fuertes del PP en esos municipios con personas creíbles y con buena relación con la sociedad y mensajes, ideas y proyectos que ilusionen a la sociedad de Dos Hermanas, Utrera, Alcalá, Camas, Carmona, Écija... de esas grandes ciudades de nuestra provincia donde tenemos mucho camino que recorrer.
P. ¿Han descuidado los pueblos?
R. ...Las estructuras han mejorado pero queda mucho que avanzar. Hay que asumir que hay un problema, fundamentalmente en elecciones municipales, que ese problema debe tener un tratamiento específico y ponerle remedio.
P. La anterior dirección regional habló en algún momento de tratamiento específico para Sevilla. ¿Consiste sobre todo en renovación?
R. Puede ser un problema de renovación, pero ésta ha de hacerse por adición, es decir, sumar, sumar y sumar. Con más personas, mejores estructuras y con unas ideas que están funcionando en el resto de España, no tiene por qué no continuar en Sevilla. Esas ideas han aportado empleo, solidaridad, cohesión y los ciudadanos de esos municipios también deben ser seducidos por este proyecto, al igual que los más de 10 millones de votantes del PP.
P. ¿Encuentra resistencias a la renovación?
R. No. Este partido ha dado ejemplos de sacrificios de sus militantes, que están dispuestos a sumar y no a restar. Son más los que nos piden la renovación, que los que ponen pegas.
P. En el congreso en el que fue elegido, parece que los críticos temían esa renovación.
R. La mayoría quería un cambio sereno y tranquilo en la estructura provincial y lo quiere también en las estructuras locales, con el fin de afrontar con optimismo las elecciones de 2003.
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